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Un ícono de la arquitectura porteña
El edificio Gath & Chaves, ubicado en la esquina de Florida y Perón, no es solo un antiguo centro comercial, sino un verdadero símbolo de la historia de Buenos Aires. Inaugurado hace más de un siglo, este majestuoso edificio fue diseñado por el arquitecto francés Francisque Fleury Tronquoy, quien logró plasmar en su estructura la grandilocuencia y el esplendor de la época.
Con su cúpula vidriada y ornamentación exquisita, el edificio se erige como un testimonio del pasado, conservando su esencia a pesar de los cambios que ha sufrido a lo largo de los años.
De tienda departamental a centro de oficinas
Originalmente concebido como un paseo comercial, Gath & Chaves fue un referente en el ámbito de las tiendas departamentales. Su diseño incluía galerías que rodeaban un gran vacío central, permitiendo una iluminación natural que realzaba la experiencia de compra. Sin embargo, con el paso del tiempo y la evolución del comercio, el edificio se transformó en un espacio de oficinas.
Desde la década de 1970, sus pisos han sido alquilados principalmente a bancos y empresas del sector financiero, adaptándose a las necesidades del mercado actual.
Un legado que perdura
A pesar de su transformación, el edificio Gath & Chaves sigue siendo un lugar de interés tanto para los porteños como para los turistas.
En su planta baja, una exposición de fotos y documentos históricos permite a los visitantes conocer la rica historia de este emblemático lugar. Además, la conservación de elementos originales, como un ascensor de poleas, añade un valor nostálgico y auténtico al recorrido.
La terraza del último piso ofrece una vista privilegiada de la ciudad, convirtiéndose en un espacio valorado por aquellos que buscan un rincón especial en el corazón de Buenos Aires.
Un futuro incierto pero prometedor
Como muchas edificaciones en el área central, Gath & Chaves enfrenta desafíos en la actualidad, especialmente tras la pandemia que ha dejado su huella en la vacancia de grandes espacios comerciales. Sin embargo, su ubicación estratégica y la amplitud de sus pisos son ventajas que podrían atraer a nuevos inquilinos. La combinación de historia, arquitectura y modernidad hace de este edificio un lugar único que, sin duda, seguirá siendo parte del paisaje urbano de Buenos Aires por muchos años más.