La historia de Jackie: superando la adversidad en México

El contexto de la deportación en México

En los primeros meses de este año, México ha recibido cerca de 20,000 deportados de Estados Unidos, una cifra alarmante que refleja la política migratoria vigente. Según informes, alrededor del 80% de estos deportados son ciudadanos mexicanos. La presidenta Claudia Sheinbaum destacó que de los deportados, 15,611 son mexicanos.

La deportación masiva no es un fenómeno nuevo; sus raíces se pueden rastrear hasta los años 30 durante la Gran Depresión, cuando miles de personas de origen mexicano, incluidos ciudadanos estadounidenses, fueron expulsados de EE.UU. Esta historia se repite en la vida de muchos, como la de Jackie, quien, tras una serie de eventos desafortunados, se vio obligada a regresar a un país que una vez consideró su hogar.

La vida de Jackie antes de la deportación

Jackie llegó a Estados Unidos a la edad de cinco años y vivió en California antes de regresar a Guadalajara. A los 17 años, decidió cruzar la frontera nuevamente con la esperanza de reunirse con su familia y construir su futuro. Sin embargo, su viaje no fue fácil.

Con escaso dominio del inglés, se inscribió en clases de ESL (Inglés como Segundo Idioma) en su escuela secundaria. Fue un esfuerzo que valió la pena y que le abrió muchas puertas. Posteriormente, se trasladó a Nevada, se casó y quedó embarazada de su primer hijo. No obstante, la llegada de su bebé prematuro la llevó a enfrentar desafíos significativos, especialmente en la comunicación con los médicos debido a la barrera del idioma.

La lucha por entender y aprender

“Recuerdo pensar que la vida de mi bebé dependía de mi incapacidad para hablar inglés”, comparte Jackie. Fue en ese momento que se comprometió a aprender el idioma. Su dedicación la llevó a encontrar un trabajo en Misty Phases, una empresa dedicada a la salud materna, donde se sintió identificada con muchas mujeres que enfrentaban incertidumbres similares.

Desafíos laborales y el comienzo de la adversidad

Jackie escaló posiciones rápidamente, pasando de lavaplatos en un hogar de ancianos a agente de arrendamiento en un complejo de apartamentos. Su pasión y determinación la ayudaron a convencer a los propietarios de darle una oportunidad, pero su vida dio un giro inesperado cuando el nuevo propietario descubrió su estatus migratorio. Fue despedida poco después de tomar la difícil decisión de dejar a su esposo abusivo.

La pérdida de su trabajo coincidió con su lucha por mantenerse a flote. Jackie encontró empleo en otro complejo de apartamentos, pero el salario era significativamente menor. A medida que las circunstancias se complicaban, comenzó a vender tenis en mercados locales para sobrevivir.

El giro trágico: la detención de Jackie

En su búsqueda de una vida mejor, Jackie comenzó a salir con un hombre involucrado en el tráfico de drogas sin saberlo. Su vida cambió drásticamente cuando fue arrestada tras una entrega a su apartamento, aunque su única conexión era el contrato de arrendamiento. Fue condenada a 16 meses de prisión por posesión de drogas, pero sus problemas legales apenas comenzaban.

Tras recibir asesoría legal, Jackie se declaró culpable mientras su abogado de inmigración tramitaba una solicitud de asilo. El proceso se alargó, y lo que deberían haber sido 16 meses se convirtió en casi tres años de encarcelamiento, durante los cuales vivió experiencias traumáticas que la marcaron profundamente.

El impacto emocional de la prisión

“No era yo misma; sentía que solo estaba de visita en la prisión”, recuerda. Durante su tiempo en el centro de detención, Jackie fue testigo de abusos que dejaron secuelas irreparables en su salud mental. La espera interminable terminó cuando su solicitud de asilo fue denegada y fue deportada a México en diciembre de 2019.

Un nuevo comienzo en México

Al llegar a México, Jackie enfrentó sus miedos, convencida de que regresar sería un castigo. Sin embargo, pronto comenzó a redescubrir la belleza de su país y su cultura. Consiguió empleo en un centro de llamadas y, lo más importante, se reunió con sus hijos tras más de tres años separados.

En este nuevo capítulo, Jackie se reconectó con Lizeth, una amiga de su pasado en Nevada, y juntas comenzaron a trabajar en un negocio en línea. Jackie utilizó sus habilidades adquiridas en el centro de llamadas para expandir su experiencia en la gestión de inventarios y atención al cliente.

Redefiniendo su vida y su identidad

Hoy, Jackie observa cómo sus hijos, ahora jóvenes adultos, visitan su hogar en Guadalajara. Juntos han explorado las maravillas de México, redescubriendo la tierra que una vez temió. Jackie ha encontrado su pasión en la fotografía y quiere capturar la esencia vibrante de su cultura.

“México no es algo de lo que tener miedo; es algo de lo que estar orgullosa”, concluye. Su historia es un testimonio de resiliencia, un viaje que la ha llevado de la adversidad a la autoafirmación y la celebración de su identidad.