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Gabriel es un niño de nueve años originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, aprendió a poner uñas de acrílico para poder pagar la operación de su hermanito de cuatro años, su profesión ha provocado que muchas personas no estén de acuerdo mientras que otras lo felicitan, apoyan y motivan.
A través de Facebook Gabriel ha mostrado su trabajo y cómo empezó, el menor publica fotos de sus diseños que son sorprendentes, muy profesionales y accesibles, ya que tienen un costo de 150 pesos, esto para poder ganar clientes y así poder pagar la cirugía de su hermano menor, quien requiere una operación testicular.
En las redes sociales critican a niño que aprendió a poner uñas para una operación
El menor trabaja con su madre en un salón familiar, muchas personas se han interesado en ir con él por su increíble trabajo, pero muchas otras lo han criticado, diciendo comentarios retrógrados.
«Por ti me aplicaría mil clavos y más sin importar los malos comentarios porque te quiero te quiero y siempre somos uno», publicó Gabriel en Facebook.
Entre los comentarios que le han hecho al menor, le dicen que ese trabajo es para mujeres y no para hombres, otros dicen que se va a volver gay, pero a pesar de los malos comentarios él sigue adelante y quiere ser mejor, lo dejó claro en un post.
«Quiero contarles algo, desde antes de ser viral ya apliqué uñas, me publiqué en grupos y recibí muchas críticas feas y malas, me puse triste, pero gracias a mi mamá aprendí que esos comentarios no me hacen daño, ya no me molestan».
El menor compartió su experiencia en redes
Al principio cuando empecé nadie quería ser mi modelo porque era una niña, una vez que tuve una modelo me hizo sentir muy mal me fui al cuarto mamá corrió detrás de mí, lloré mucho, pero mamá me dijo muchas cosas lindas y me dijo «tú puedes, nena», me sequé las lágrimas y salí a terminar mi trabajo, me temblaban las manos, terminé de aplicar la crema hidratante, la modelo se dio vuelta y se fue.
Lloré, mamá me abrazó, me dijo «estoy orgullosa de ti». Mamá me dijo «ve a buscar servilletas y límpiate», miré a mamá como le daba dinero a mi hermana Cathi y le decía que corriera entonces mi hermana Cathi se fue a la calle y regresó; me dijo «aquí está la señora para dejarte el pago de tus uñas, fueron 300 pesos, dijo que le gustaron mucho». Yo estaba feliz y no le dije nada a mamá. En ese momento decidió que iba a ser cada vez mejor porque la madre creía en él.
Practiqué durante mucho tiempo con deditos hasta que mamá pudo comprarme una mano de práctica y la señora de la foto fue la modelo que me pagó por primera vez y me dijo que siempre sería mi modelo, que si no tenía una se rompería las uñas pero que vino y que le cobré lo que quisiera. Hoy te digo gracias por eso y mami, eres la mejor del mundo, por eso siempre digo en mis entrevistas «sin ti nunca hubiera llegado hasta aquí», gracias a ti hago algo que me gusta y quiero llegar muy lejos mucho más.
El poderoso mensaje de Gabriel
El post de Gabriel concluye con un mensaje inspirador para todos aquellos que lo están intentando: «Toda la gente del mundo nunca abandone sus sueños por un mal momento; o la gente mala luche por sus sueños atte. Gabriel Quimbar».
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