La confrontación de Milei con los medios
El gobierno de Javier Milei busca reposicionar su narrativa política atacando a la prensa. Este enfoque no es simplemente un intento de intimidación, sino que constituye parte de una estrategia más amplia que tiene como objetivo crear una «nueva casta» que se presente como antagonista. La intensidad de las críticas del presidente argentino en la última semana revela un intento deliberado de desviar la atención de la oposición política, que se presenta como su enemigo natural.
Una táctica repetida en la historia política
La estrategia de Milei ha sido atribuida al asesor estrella del gobierno, Santiago Caputo. Muchos analistas señalan que este enfoque no es nuevo; líderes como Viktor Orbán, Giorgia Meloni y Jair Bolsonaro han utilizado tácticas similares. Además, Milei se inspira en su ídolo, el expresidente estadounidense Donald Trump, quien ha adoptado una postura agresiva hacia los medios de comunicación a lo largo de su carrera política.
Contexto detrás de las críticas
Dentro del movimiento libertario, algunos sugieren que esta estrategia puede estar fundamentada en un sondeo que Caputo encargó a principios de año. Este cuestionario preguntaba a los encuestados si preferirían vivir en un país con un gobierno autoritario que garantizara buenos resultados económicos. Este contexto ayuda a entender por qué Milei ha intensificado sus ataques hacia los periodistas y medios de comunicación, buscando posicionar a su administración como una alternativa válida frente a las críticas.
El objetivo de los ataques a la prensa
Durante la última semana, Milei ha señalado a varios periodistas y medios, enfocándose especialmente en el diario La Nación y en el periodista Carlos Pagni. Afirmó que llevaría a Pagni a los tribunales por un artículo que lo vinculaba con el nazismo, un tema extremadamente sensible y polémico en el contexto argentino. Además, Milei ha publicado supuestas conversaciones entre periodistas donde se sugiere la existencia de una estrategia para provocar a los entrevistados, lo que muestra una clara intención de desacreditar a la prensa.
Apoyo de figuras clave del libertarismo
El presidente también ha compartido mensajes de figuras influyentes dentro del movimiento libertario, como Agustín Laje, quien ha declarado el “FIN DEL RÉGIMEN DE LA VERDAD PERIODÍSTICA”. Laje es uno de los ideólogos principales de Milei y tiene conexiones cercanas con Mauricio Novelli, un empresario del sector tecnológico vinculado a un escándalo de criptomonedas. Estas alianzas destacan cómo el entorno del presidente refuerza su postura contra la prensa.
Radicalización del discurso libertario
En los últimos días, se ha notado una radicalización del discurso de la facción digital libertaria, tanto en cuentas oficiales del gobierno como en cuentas no afiliadas. Mientras tanto, el ministro de Economía, Luis ‘Toto’ Caputo, ha declarado que el periodismo “es una profesión al borde de la extinción”. Estas afirmaciones refuerzan la narrativa del gobierno de Milei, que busca deslegitimar a los medios y reducir su credibilidad ante la opinión pública.
Reacciones a la violencia contra los periodistas
Es importante mencionar que Milei no ha mostrado solidaridad ni ha asumido responsabilidad por el ataque cobarde sufrido por el periodista de izquierda Roberto Navarro, quien fue agredido por la espalda. Esta falta de apoyo hacia la prensa y la incitación al odio hacia ella crean un clima de tensión que puede tener graves repercusiones en la libertad de expresión en Argentina.