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El desarraigo juvenil en Argentina
En Argentina, el fenómeno del desarraigo juvenil se ha convertido en un tema crítico que afecta a miles de jóvenes en zonas rurales. Muchos de ellos abandonan sus comunidades en busca de mejores oportunidades en las ciudades, dejando atrás sus raíces y afectos.
Este éxodo no solo impacta a los individuos, sino que también debilita la fuerza productiva de las localidades que pierden a sus jóvenes más talentosos. Según datos recientes, la deserción escolar en áreas rurales puede alcanzar hasta el 20%, un número alarmante que refleja la falta de acceso a una educación de calidad.
La educación como herramienta de cambio
La Asociación Conciencia, en colaboración con Exponenciar, ha comenzado a implementar diversas iniciativas para abordar este problema. Durante un reciente panel en Expoagro 2025, Silvana Vives, presidenta de la Asociación, enfatizó la importancia de la educación como herramienta clave para revertir el desarraigo.
“Si las instituciones educativas se acercan a las zonas rurales, podemos cambiar la realidad de estos jóvenes”, afirmó Vives. La falta de conectividad y recursos ha sido un obstáculo significativo, pero la tecnología está disponible y es hora de pasar a la acción.
El papel de la tecnología en la educación rural
La especialista en educación y nuevas tecnologías, Melina Masnatta, destacó la necesidad de repensar el rol de los docentes en la era de la Inteligencia Artificial. “No se trata solo de usar herramientas, sino de desarrollar un conocimiento calificado”, explicó.
La escuela debe ser un espacio donde se fomente la escucha y se adapten los tiempos de aprendizaje a las necesidades de los estudiantes. En este contexto, la educación se convierte en un ancla valiosa para promover el arraigo y la permanencia de los jóvenes en sus comunidades.
Iniciativas gubernamentales y comunitarias
Ignacio Torres, Gobernador de Chubut, compartió su experiencia sobre cómo su gobierno ha trabajado para llevar internet satelital a las comunas rurales, permitiendo que muchos jóvenes accedan a oportunidades educativas y laborales sin tener que abandonar sus hogares. “Este cambio ha transformado la realidad de chicos que no sabían lo que era internet”, comentó Torres. La participación de la comunidad ha sido fundamental en este proceso, convirtiendo un objetivo gubernamental en un esfuerzo colectivo por la educación.
La sinergia entre sectores
El panel concluyó con un llamado a la acción, resaltando que la colaboración entre organizaciones civiles, empresas y el sector público es esencial para fortalecer y expandir las oportunidades educativas en las comunidades más relegadas. “Estamos convencidos de que esta sinergia puede replicar experiencias donde la educación cambió vidas y comunidades”, concluyó Vives. La educación no solo es un derecho, sino un motor de cambio que puede ayudar a los jóvenes a encontrar su lugar en el mundo sin tener que renunciar a sus raíces.