La economía mexicana está en una encrucijada. Con una inflación en ascenso y un crecimiento que se ha estancado, la confianza en el futuro económico se tambalea. En este contexto, el Banco de México (Banxico) ha presentado su informe de estabilidad semestral, ofreciendo una perspectiva optimista al sugerir que continuará rebajando las tasas de interés.
La tensión en el ambiente económico
Pero no todos están convencidos. Jonathan Heath, el subgobernador del banco central, ha insinuado que podría ser el momento de poner una pausa en las reducciones de las tasas. Esta declaración deja claro que hay desacuerdos dentro de la institución sobre la mejor forma de proceder. Mientras tanto, la gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez, intenta calmar las inquietudes, reafirmando que México cuenta con un marco macroeconómico sólido.
El informe destaca que, a pesar de las tensiones comerciales con Estados Unidos y un contexto global de desaceleración económica, el sistema financiero mexicano ha mostrado “resiliencia”. Banxico asegura que el sistema bancario del país mantiene una liquidez sólida y niveles de capital por encima de los mínimos regulatorios.
Desafíos persistentes
A pesar de estos mensajes tranquilizadores, Banxico enfrenta un desafío complejo: aliviar la inflación creciente mientras estimula una economía que no muestra signos claros de recuperación. La inflación general alcanzó un 4.42% en mayo, superando con creces el objetivo del 3%, y se teme que se mantenga alta a largo plazo. Este temor se ve alimentado por las proyecciones de Banxico, que no esperan que la inflación converja hacia el objetivo hasta el tercer trimestre de 2026.
En una conferencia de prensa, Rodríguez declaró que sería “prematuro” asumir que México caerá en un período de alta inflación. Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye productos volátiles como alimentos y energía, alcanzó un 4.06% en mayo, el nivel más alto en casi un año. Esta situación crea un escenario tenso donde las decisiones monetarias son cada vez más críticas.
Miradas al futuro
Rodríguez ha indicado que Banxico probablemente continuará con la flexibilización de su política monetaria, aunque este camino no será unánime. Heath, por su parte, subrayó la necesidad de una postura cautelosa ante el reciente aumento de la inflación. “Este podría ser el momento de pausar y estudiar los datos inflacionarios”, expresó, refiriéndose a las tres reducciones consecutivas de 50 puntos base en la tasa de interés de referencia.
La incertidumbre persiste, y la decisión del banco podría variar según las condiciones económicas globales o cambios en la política comercial de Estados Unidos. Un sondeo reciente sugiere que se espera que Banxico implemente una cuarta reducción de 50 puntos en su próxima reunión, programada para el 26 de junio.
Expectativas de los analistas
Expertos citados por El Economista advierten que el aumento en los precios de mercancías podría seguir contrarrestando la disminución de los precios de los servicios, lo que podría obstaculizar la caída de la inflación subyacente. Sin embargo, confían en que Banxico apostará a que los precios de los servicios comenzarán a bajar debido a condiciones cíclicas, lo que podría llevar a continuar con la flexibilización monetaria a finales de este mes.
La situación sigue siendo volátil. ¿Logrará el Banco de México encontrar el equilibrio necesario para guiar a la economía en estos tiempos inciertos? Las respuestas, aún por descubrir, mantendrán a todos atentos a los próximos movimientos de la autoridad monetaria.