La devastación por terremotos en Afganistán: lecciones sobre construcción y resiliencia

El reciente seísmo en Afganistán ha dejado un saldo trágico de más de 1,400 vidas perdidas y miles de heridos. Este evento, aunque de magnitud moderada, plantea una pregunta inquietante: ¿por qué las comunidades más vulnerables siguen sufriendo tanto ante desastres naturales? La respuesta radica en la fragilidad de la infraestructura en las áreas rurales, donde el acceso a materiales resistentes y a normas de construcción adecuadas es casi inexistente. Con el aumento del número de víctimas, se hace evidente que la construcción no debe ser solo una cuestión de necesidad, sino de seguridad.

La realidad de los números

Los datos son contundentes. En los últimos años, Afganistán ha experimentado varios terremotos devastadores, con cifras de muertes que superan las 1,500 en incidentes recientes. A pesar de que la magnitud fue de 6.0, la profundidad del epicentro y la calidad de los edificios en la región han contribuido a un alto número de víctimas. Mientras que en otros países como Nueva Zelanda, donde se han implementado estándares de construcción más rigurosos, el impacto de seísmos similares ha sido significativamente menor, la realidad afgana es alarmantemente diferente. La combinación de materiales de construcción inadecuados y la falta de regulación han convertido a las comunidades rurales en un blanco fácil para estas catástrofes.

Lecciones de otros contextos

La historia nos enseña que las lecciones aprendidas de desastres anteriores pueden llevar a cambios significativos. Tras el terremoto de Cachemira en 2005, Pakistán implementó programas de reconstrucción que priorizaban la edificación de viviendas más seguras. En Nepal, después del terremoto de Gorkha en 2015, se establecieron normas mínimas de construcción que han mejorado la resiliencia de las estructuras. Este tipo de intervenciones no siempre requieren grandes inversiones; a menudo, pueden ser efectivas a través de un enfoque técnico y comunitario. Un ingeniero indio, Anand Arya, ha demostrado que la implementación de refuerzos simples en construcciones tradicionales puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Construcción para la resiliencia

Es imperativo que Afganistán considere una estrategia de “reconstrucción mejorada” tras este último terremoto. La implementación de estándares de construcción que integren principios de resistencia sísmica podría no solo proteger vidas, sino también fomentar la confianza de las comunidades en un futuro más seguro. A medida que la nación enfrenta el desafío de reconstruir, es crucial que las lecciones del pasado guíen el camino hacia un futuro más resiliente. Las comunidades rurales deben recibir el apoyo necesario para adoptar prácticas de construcción que no solo sean accesibles, sino que también se alineen con las normas de seguridad que han demostrado ser efectivas en otras regiones del mundo.