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Contexto de la controversia
Recientemente, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, se vio envuelto en una polémica tras un artículo de Clarín que lo vinculaba con el financiamiento de barras bravas. Este artículo, titulado «Dirigentes del PJ, detrás del financiamiento de las barras violentas del Congreso», desató una serie de reacciones tanto en el ámbito político como en el mediático.
Kicillof utilizó su cuenta oficial en X para desmentir las acusaciones, señalando que la información era falsa y que representaba una decadencia del periodismo nacional.
Las acusaciones específicas
El artículo de Clarín mencionaba que un funcionario de la gestión de Kicillof, junto a un intendente del Conurbano, había mantenido negociaciones con un líder de una barra brava.
Según la denuncia, se ofrecieron $50 mil para que este convocara a un grupo de barras para provocar disturbios durante una manifestación en el Palacio Legislativo. A pesar de la negativa de Kicillof, la información fue respaldada por fuentes anónimas que pidieron mantener su identidad oculta, lo que añade un nivel de complejidad a la situación.
Reacciones y evidencias
La respuesta de Kicillof no se hizo esperar. En su defensa, argumentó que la prensa estaba actuando como cómplice del gobierno de Javier Milei, pero también reconoció que los medios habían sido fundamentales para reconstruir los hechos relacionados con el ataque al fotógrafo Pablo Grillo.
A pesar de sus afirmaciones, la evidencia presentada por Clarín incluye videos y fotografías que muestran a barras bravas en la zona de conflicto, lo que complica aún más su posición. La vinculación de estos grupos con el peronismo, a través de diversas marchas y movilizaciones, ha generado un debate intenso sobre la relación entre la política y la violencia en el país.