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Dico es un pastor alemán que se perdió en 2015: volvió a casa, pero no pudo encontrar a su querido dueño.
La conmovedora historia de Dico: perdido durante 7 años, vuelve a casa, pero su dueño murió buscándolo
Detrás de un perro que deambula solo por la calle siempre hay una triste historia. Eso es lo que se oye a menudo cuando se mira a los perros callejeros, porque apenas se puede entender su tristeza o su dolor.
Sin embargo, este no fue el caso de Pepa Tenorio.
La española, que vive en Granada, entiende su malestar y les ayuda desde hace 15 años.
La historia de Dico
Y eso es exactamente lo que hizo con Dico, un pastor alemán extraviado.
La mujer se lo encontró por casualidad el lunes pasado cuando iba a cenar con su pareja.
Dico estaba de pie al lado de la carretera, herido y con los ojos muy tristes.
Pepa, por supuesto, no pensó ni un minuto en lo que había que hacer: se bajó del coche para darle comida al perrito.
Al acercarse, la mujer se dio cuenta de que el pastor alemán tenía microchip. Escaneó el microchip con un lector y pudo encontrar el número e inmediatamente se puso en contacto con un veterinario. La comprobación del número de microchip reveló que se llamaba Dico, que desapareció el 11 de septiembre de 2015.
Vuelve a casa, pero su dueño murió buscándolo
Fue entonces cuando el veterinario se puso en contacto con el dueño de Dico para informarle de que su perro, que llevaba siete años desaparecido, había sido encontrado por una mujer. El hombre se puso inmediatamente en contacto con Pepa.
Durante la llamada, el hombre le contó a la mujer la historia de Dico y rompió a llorar, admitiendo que el verdadero dueño de Dico era su padre. Por desgracia, su padre había muerto, pero nunca había perdido la esperanza de encontrarlo.
Desaparecido durante 7 años
Pepa contó la conmovedora historia de Dico en un vídeo, que rápidamente se hizo viral en todas las redes sociales. También llevó al perro de vuelta a su familia, filmando la escena de reencuentro entre el pastor alemán y sus dueños.
Sus familiares le abrazan entre lágrimas, mientras Pepa, también muy emocionada, le repite a su amigo de cuatro patas: «Te digo, guapo, estás en casa».
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