El nuevo documental de Netflix, ‘La casa de los secretos’ o ‘Muerte en Burari’, es un producto de la India que está llamando la atención debido a su contenido. Este destaca por ser uno de los documentales más perturbadores, misteriosos y retorcidos que tiene la plataforma de streaming.
La historia que se cuenta en el documental, remonta al espectador al 2018; cuando un hombre de Burari, fue hasta la casa de un amigo para descubrir una escena inexplicable. Tras golpear la puerta en repetidas ocasiones, el hombre entra a la vivienda y descubre el cuerpo sin vida de los 11 integrantes de la familia Chundawat.
La perturbadora historia que dio origen al documental
Las autoridades llegaron al lugar minutos después del hallazgo y, reportaron el deceso de toda la familia; 10 miembros fueron suspendidos con mascadas coloridas de las vigas de metal en el techo y, algunos tenían las manos atadas atrás de la espalda y otros los ojos vendados.
Algo curioso para las autoridades fue que la abuela de la familia estaba en el suelo con señales de estrangulamiento.
La escena del crimen impactó tanto que uno de los oficiales no soportó muchos segundos en la propiedad. El oficial, reportó que parecían ramas de árbol.
Y, pese a estar cerca del suelo, al parecer, ningún miembro se esforzó en salvarse.
El misterio de la muerte en Burari
El misterio de lo que ocurrió ese día en ‘La casa de los secretos’ o ‘Muerte en Burari’, como es conocido el caso y que da título al documental de Netflix; fue develado por las autoridades al revisar la propiedad.
En ella se halló 11 diarios en los que detallaba lo sucedido. Al parecer, en una especie de ritual religioso en el que la familia buscaba la salvación, acordaron un suicidio colectivo.
En los diarios encontraron que Bhopal Singh, quien murió en 2007, hablaba con Lalit para que la familia pudiera llevar una mejor vida. Al parecer, padre usaba a su hijo para comunicarse con todos y les había prometido que tras el ritual tendrían bendiciones de los dioses. Así mismo, las notas del diario revelaron que Lalit quería replicar una «badh (banyan) tapasya«, por eso los cuerpos imitaban ser ramas de árbol.
Ante la evidencia de los diarios e investigar más sobre la familia, las autoridades determinaron que se comportaban como un culto y, que ellos se encargaron de comprar todos los materiales de su muerte; por ello, el caso se cerró como un accidente provocado de un ritual que salió mal.
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