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La historia de Argentina está marcada por un periodo oscuro entre 19, conocido como la dictadura militar, donde miles de personas fueron desaparecidas. En este contexto, organizaciones como la Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) han surgido para buscar, identificar y devolver la identidad a las víctimas del terrorismo de Estado.
Desde su creación en 1984, han logrado identificar a más de 840 personas, muchas de las cuales fueron enterradas en cementerios clandestinos o arrojadas al río de la Plata durante los infames «voos da morte».
El papel de la EAAF en la identificación de víctimas
La EAAF no solo se limita a trabajar en Argentina; su experiencia ha sido solicitada en otros países de América Latina y en la identificación de soldados argentinos caídos en las Islas Malvinas. Mariela Fumagalli, directora de la EAAF, destaca que su labor es fundamental para restablecer la memoria histórica y la identidad de aquellos que fueron víctimas de la represión.
«Podemos actuar a pedido de entidades, gobiernos o incluso de particulares», afirma Fumagalli, subrayando la importancia de la colaboración internacional en la búsqueda de justicia.
La lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo
Además de la EAAF, otras organizaciones como las Abuelas de Plaza de Mayo han jugado un papel crucial en la búsqueda de justicia.
Estas abuelas han creado un vasto archivo de ADN para ayudar a identificar a los nietos de desaparecidos. Su trabajo no solo busca la restitución de la identidad, sino también la condena de los responsables de estos crímenes. A pesar de los obstáculos políticos, estas organizaciones han mantenido su compromiso con la verdad y la justicia, demostrando que la memoria colectiva es un pilar fundamental en la sociedad argentina.
Desafíos actuales en la búsqueda de justicia
A pesar de los avances, la lucha por la justicia en Argentina enfrenta desafíos significativos. La interpretación legal de que los crímenes de Estado no prescriben ha permitido que más de mil represores sean condenados. Sin embargo, la llegada de gobiernos de derecha ha complicado el panorama. Durante la gestión de Mauricio Macri, por ejemplo, se intentó suavizar las penas de los genocidas, lo que provocó una fuerte reacción popular. La sociedad argentina ha demostrado que no olvida y que está dispuesta a luchar por la memoria y la justicia, como lo evidencian las masivas manifestaciones en defensa de los derechos humanos.