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Apodada la Barbie humana, la joven compartió una foto de sí misma con sus casi 38.000 seguidores en Instagram tras recibir su última inyección.
La ‘Barbie humana’
El retoque de los labios con una buena dosis de relleno no se le puede negar a nadie y se ha convertido en una práctica bastante común. Pero estos días una joven de 22 años, no contenta con haber cuadruplicado el tamaño de sus labios, acaba de recibir su vigésima inyección de relleno y parece que pretende seguir hasta que sus labios sean los más grandes del mundo.
Andrea Emilova Ivanova, de Sofía (Bulgaria), ha gastado miles de euros en clínicas de belleza en inyecciones de relleno de labios.
Apodada la Barbie humana, la joven compartió con sus casi 70.000 seguidores en Instagram una foto suya después de su última inyección para mostrar sus labios cada vez más grandes.
Las cirugías de la joven
Andrea, que comenzó su transformación en 2018, desembolsó alrededor de 135 libras esterlinas (poco más de 150 euros) por cada tratamiento, pero admitió con franqueza que ha perdido la cuenta de cuánto ha gastado a lo largo de los años.
La estudiante de filosofía añadió que, aunque probablemente ya tenga los labios más grandes del mundo, seguirá haciéndose más tratamientos hasta que esté completamente satisfecha con el resultado.
«Me gustan mucho mis nuevos labios aunque me cuesta mucho comer después de cada inyección», admitió, «pero los peores días son el segundo y el tercero después del tratamiento. Afortunadamente, al menos no tengo restricciones en la elección de la comida.
También, la joven compartió «me gustaría ponerme más rellenos, pero los médicos creen que esto es suficiente», continúa, «aunque realmente me gustaría tener una ‘cara’ aún más grande». Mi médico ha dicho que hará más tratamientos, aunque tendré que esperar unos meses más».
El impacto en las redes sociales
Andrea añadió que recibe decenas de comentarios de fans entusiastas que halagan el tamaño de sus labios, e incluso le han hecho propuestas de matrimonio.
Pero no todo el mundo es fan de sus rasgos «sobredimensionados», y la estudiante también ha recibido duras críticas de los usuarios de las redes sociales que le han reprochado sus tratamientos de belleza extremos: «Recibo tanto comentarios positivos como negativos, aunque suelen ser las mujeres las que más escriben».
A pesar de ello, Andrea se niega a preocuparse por lo que la gente piense de sus labios, añadiendo que lo único que importa es su opinión.
«Soy de mente abierta», concluye, «y creo que la gente debe ser libre de elegir lo que es grande, más grande o demasiado grande para ellos. Para mí no hay límites».
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