En un desarrollo significativo para la política argentina, el Senado ha aprobado el presupuesto de 2026 propuesto por el presidente Javier Milei. Este respaldo se materializó en una votación de 46 a 25, lo que representa un triunfo legislativo para Milei, quien asumió el cargo en. Este evento no solo destaca su capacidad para navegar por un complejo panorama político, sino que también marca un cambio en la dinámica de poder tras las elecciones de medio término de octubre, donde su partido consolidó su posición como la fuerza dominante en la cámara baja.
El apoyo a Milei proviene no solo de sus 19 senadores, sino también de aliados de otros partidos, lo que demuestra un amplio consenso sobre su propuesta presupuestaria. La aprobación de este presupuesto es la primera gran prueba de su administración ante el Congreso, tras un período en el que se apoyó mayormente en decretos para la gobernanza. La discusión sobre el presupuesto se anticipa como una antesala a los debates sobre la reforma laboral que se llevarán a cabo en febrero.
Aspectos clave del presupuesto de 2026
El documento aprobado no solo se centra en la política fiscal, sino que también otorga a la administración de Milei la autorización para emitir deuda en el extranjero. Esta medida se ajusta a una ley heredada de su predecesor, que exige que cualquier gobierno busque la aprobación del Congreso para la venta de bonos o acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Actualmente, Argentina enfrenta una deuda con los bonistas que asciende a aproximadamente 4.5 mil millones de dólares, aunque el ministro de Economía, Luis Caputo, ha indicado que la intención del gobierno no es vender nuevos bonos en enero para refinanciar esos pagos.
La aprobación del presupuesto también refuerza el acuerdo de 20 mil millones de dólares que Argentina tiene con el FMI, lo que contribuye a estabilizar la situación fiscal del país mientras se dirige hacia el nuevo año. Este contexto es crucial para Milei, quien busca anclar un superávit fiscal que le permita avanzar en su agenda económica.
Tensiones políticas y desafíos futuros
A pesar de la victoria en el Senado, el proceso de aprobación del presupuesto no estuvo exento de tensiones. Durante las etapas iniciales, Milei se encontró en desacuerdo con algunos de sus aliados sobre el gasto en universidades y programas de discapacidad, temas que han causado fricciones con los bloques centristas. Finalmente, el texto que abordaba estos puntos fue eliminado, lo que permitió la aprobación del presupuesto en la cámara baja.
La relación con Mauricio Macri
Otro factor que complicó el panorama fue la decisión de Milei de no incluir a Mauricio Macri, ex presidente y líder del partido PRO, en la junta del auditor general de Argentina. Esta omisión generó descontento entre los legisladores de Macri, cuya colaboración es esencial dada la falta de una mayoría simple en el bloque de Milei. La auditoría general juega un papel clave en la supervisión de los asuntos legislativos, lo que hace que esta decisión sea aún más significativa.
No obstante, a pesar de estas tensiones, Milei logró asegurar votos de la bancada de Macri y de otros partidos, lo que evidencia una habilidad política para unir fuerzas temporales en momentos de necesidad. Este episodio subraya la complejidad de la gobernanza en un entorno donde las alianzas son fluidas y las negociaciones son la norma.
El futuro de las reformas económicas
Con el presupuesto aprobado, la atención ahora se centra en las reformas laborales que se debatirán en las próximas sesiones del Congreso. Analistas sugieren que esta es una oportunidad para que Milei demuestre su capacidad de liderazgo y su compromiso con las reformas necesarias para enfrentar los desafíos económicos del país. Sin embargo, el camino hacia adelante no será fácil, ya que las expectativas de crecimiento y desarrollo están en alta demanda entre los ciudadanos y la industria argentina.
La gestión de Milei, aunque ha logrado algunos triunfos, deberá adaptarse a las realidades del panorama político y económico si busca mantener su apoyo y avanzar en su agenda. Con la presión de reformar el sistema laboral, cambiar la política fiscal y actualizar el sistema de pensiones, el tiempo será un factor crucial para determinar su éxito en el futuro.



