La situación en la cuenca del río Salado es alarmante. Las recientes precipitaciones han superado el doble de los promedios anuales. Aunque tanto el gobierno nacional como el provincial reconocen la magnitud del problema, la falta de obras esenciales en la región, muchas pendientes desde hace casi tres décadas, sigue siendo una preocupación mayor para la población que depende de esta área agrícola.
Más de un millón de personas que habitan en la cuenca están amenazadas por el riesgo de inundaciones. Si bien se han realizado algunas adecuaciones en la infraestructura, los expertos coinciden en que es crucial finalizar proyectos estructurales para evitar futuros desastres. El Plan Maestro Integral de la Cuenca, iniciado en 1997, busca abordar esta situación de manera integral, pero aún queda un largo camino por recorrer.
Estado actual de las obras en la cuenca
El Plan Maestro Integral se ha dividido en cinco tramos para facilitar su ejecución. Hasta ahora, los tramos I, II y III están completados. El tramo IV ha tenido avances en algunas etapas, pero se ha detenido en otras desde febrero de este año. Por su parte, el tramo V está en fase de planificación y se espera que se licite a finales de 2025.
Financiamiento y coordinación intergubernamental
La financiación de estas obras proviene del Fideicomiso de Infraestructura Hídrica, que utiliza una parte de los ingresos del Impuesto a los Combustibles. Según la Ley N° 23.966, se debe destinar un porcentaje específico a proyectos que prevengan inundaciones y mejoren la infraestructura rural. Sin embargo, aunque el fondo ha acumulado $190 mil millones, menos del 20% se ha utilizado para avanzar en las obras necesarias.
Alberto Larrañaga, presidente de la Comisión de Aguas de Carbap, destaca que, a pesar de las tensiones políticas entre el gobierno nacional y provincial, es esencial que ambos niveles de gobierno colaboren para enfrentar la crisis del agua. La ministra de Seguridad y otros funcionarios han propuesto la necesidad de una colaboración más efectiva para avanzar con las obras que faltan en la cuenca.
Impacto en la agricultura y la población local
La Sociedad Rural Argentina ha informado que más de 3 millones de hectáreas presentan problemas de exceso hídrico, con 1,4 millones de hectáreas con suelos saturados. Esta situación afecta gravemente la producción agrícola, un pilar fundamental de la economía de la región. El indicador de Agua Excedente ha alcanzado niveles preocupantes, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y la estabilidad económica de los productores locales.
Reuniones y acciones en curso
Recientemente, se llevó a cabo una reunión en 9 de Julio entre autoridades municipales y nacionales para discutir la situación actual. Durante el encuentro, se abordaron estrategias para mejorar la coordinación en el manejo de los recursos hídricos y se presentó un informe sobre el estado de las obras en la cuenca del río Salado. Las máquinas y recursos se han puesto a disposición para trabajar en la construcción de defensas y drenajes necesarios en las áreas más afectadas.
La creación de Comités de Cuencas Hídricas es fundamental para el manejo integral del recurso hídrico. La reactivación de estos comités busca no solo abordar la crisis actual, sino también prevenir futuros desastres mediante una planificación adecuada y la ejecución de obras necesarias.
La situación de inundaciones en la cuenca del río Salado resalta la urgencia de una respuesta coordinada entre los gobiernos nacional y provincial. La finalización de las obras pendientes y la implementación de un manejo eficaz de los recursos hídricos son esenciales para proteger a la población y asegurar la viabilidad de la producción agrícola en la región.



