Table of Contents
Un paso hacia la sostenibilidad agrícola
La reciente edición de Expoagro ha sido el escenario perfecto para que Atanor, parte de Albaugh LLC, presente su innovador concurso enfocado en la recuperación de envases vacíos de fitosanitarios. Este evento no solo busca premiar a los productores, sino también involucrar a las escuelas agrarias en un esfuerzo conjunto por fomentar prácticas más sostenibles en el sector agrícola.
La participación activa de todos los actores es esencial para generar un cambio cultural significativo, como lo destacó Juan Ignacio Pina, Gerente de Asuntos Regulatorios y Product Stewardship en Atanor.
Cómo funciona el concurso
El concurso se basa en un sistema de puntos que se otorgan a los productores que devuelven los envases vacíos tipo A.
Estos puntos pueden ser asignados a una escuela agraria de su elección, lo que crea un vínculo directo entre la producción responsable y la educación. La institución educativa que acumule la mayor cantidad de puntos en su provincia será premiada con 10 notebooks y proyectores, herramientas que sin duda enriquecerán el aprendizaje de los estudiantes.
Este enfoque no solo incentiva la devolución de envases, sino que también promueve la colaboración entre productores y escuelas, creando un impacto positivo en la comunidad.
Reconocimiento a la excelencia
Además de premiar a las escuelas, el concurso también reconoce a los 10 mejores productores, distribuidores y CATs, quienes recibirán un reconocimiento por su compromiso con la sostenibilidad.
Emilio Bonifacino, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, enfatizó que la ley de envases es fundamental para generar un cambio positivo en las conductas de los productores. Este tipo de iniciativas no solo benefician al medio ambiente, sino que también educan a las futuras generaciones sobre la importancia de la sostenibilidad en la agricultura.
El valor de la educación en sostenibilidad
Jimena Galván, docente del Instituto Tecnológico Agrario Industrial de Monte Buey, resaltó la importancia de trabajar con los alumnos en temas de buenas prácticas y sustentabilidad. El concurso de Atanor es una oportunidad valiosa para que los estudiantes comprendan la relevancia de la recuperación de envases y la responsabilidad ambiental. Los premios que reciben son cruciales para el desarrollo de proyectos educativos que promueven la conciencia ecológica entre los jóvenes, preparándolos para ser agricultores responsables en el futuro.