El 8 de diciembre de 2025, Ciudad de México se convirtió en el escenario de un evento crucial que reunió a expertos de diversas disciplinas en la reunión titulada “Fiscalidad verde: innovación de políticas e instrumentos”. Organizada por el World Resources Institute (WRI) México y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esta jornada se enfocó en la elaboración de un marco estratégico que fortalezca la política fiscal del país frente a los desafíos que plantea el cambio climático.
En este encuentro, se abordó la necesidad de incorporar los riesgos climáticos y las oportunidades que ofrece la transición hacia una economía de bajo carbono en las decisiones fiscales del gobierno mexicano. Esta iniciativa tiene como objetivo desarrollar análisis y propuestas que guíen el trabajo técnico en los próximos dos años.
La urgencia de una reforma fiscal verde
Los especialistas presentes coincidieron en que el cambio climático no es solo un desafío ambiental; su impacto se extiende a la estabilidad económica, los ingresos públicos y la competitividad industrial del país. En este contexto, se enfatizó la urgencia de modernizar la política fiscal para facilitar la transición hacia un futuro más sostenible.
Desafíos y oportunidades en la fiscalidad verde
Un aspecto crucial discutido fue que las reformas fiscales verdes deben adaptarse a las realidades económicas de América Latina, donde el bajo crecimiento y la desigualdad estructural son predominantes. Por ello, cualquier iniciativa fiscal, como el establecimiento de precios al carbono o la eliminación de subsidios, debe diseñarse teniendo en cuenta su viabilidad política y su impacto en la distribución de recursos.
Asimismo, se subrayó que la efectividad de los instrumentos fiscales está estrechamente relacionada con la disponibilidad de alternativas tecnológicas y una infraestructura adecuada. En este sentido, las políticas deben ir acompañadas de un plan integral que contemple la regulación sectorial y las estrategias de financiamiento climático.
Colaboración intersectorial para el desarrollo sostenible
Durante la discusión se destacó la importancia de establecer un diálogo entre el ámbito académico, las instituciones públicas y el sector financiero. Esta colaboración resulta fundamental para crear un entorno propicio donde se puedan confrontar diferentes enfoques y propuestas de política fiscal verde.
Incorporando el valor de los ecosistemas
Un tema recurrente en las discusiones actuales es la integración del valor de los ecosistemas en la formulación de políticas fiscales. Los modelos tradicionales suelen pasar por alto los beneficios ambientales y sociales que estos proporcionan. Esta omisión resulta en una subestimación de los costos vinculados a la degradación del medio ambiente, limitando así la efectividad de los incentivos fiscales propuestos.
Para avanzar hacia un modelo de fiscalidad verde, es crucial reconocer que la política fiscal no puede actuar de manera aislada. Es necesario un enfoque coordinado que involucre diferentes niveles de gobierno y sectores. En este sentido, los gobiernos subnacionales desempeñan un papel fundamental en áreas como la movilidad y la energía distribuida.
La importancia de la evidencia en la toma de decisiones
Durante el encuentro, los participantes subrayaron la importancia de integrar los riesgos climáticos en la planificación macroeconómica. Compartieron sus experiencias sobre cómo modelar y analizar la vulnerabilidad a nivel regional. Estas discusiones evidenciaron la necesidad urgente de contar con datos sólidos que guíen las decisiones fiscales y monetarias en un contexto de creciente incertidumbre climática.
En este sentido, se destacó que México tiene la oportunidad de establecer un modelo de fiscalidad verde que impulse la competitividad, asegure la estabilidad económica y fomente la justicia social. Este objetivo se alcanzará mediante una colaboración efectiva entre diferentes actores, apoyada por propuestas de reforma fiscal y financiamiento climático que respondan a los desafíos actuales.



