Recientemente, la actriz Ingrid Guimarães se convirtió en el centro de atención en las redes sociales tras relatar una experiencia traumática durante un vuelo de American Airlines. En una publicación en X (ex-Twitter) e Instagram, reveló que fue coaccionada a cambiar de asiento mientras regresaba a Río de Janeiro el pasado sábado (8).
La situación, que describió como «abusiva, violenta e injusta», generó una ola de apoyo e indignación entre sus seguidores. El relato de la actriz En su relato, Ingrid explicó que fue informada de que debía dejar su asiento en clase Económica Premium debido a un problema con un asiento de clase Ejecutiva.
«Dije ‘no voy a salir’. Compré este lugar y me quedaré aquí'», afirmó la actriz, destacando la presión que sufrió por parte del personal de la aerolínea. Según ella, un auxiliar brasileño llegó a intervenir, diciendo que debía bajar «por las buenas o por las malas», lo que aumentó aún más la tensión de la situación.
Repercusión en las redes sociales La situación rápidamente ganó repercusión en las redes sociales, con muchos internautas expresando solidaridad a Ingrid y criticando la postura de American Airlines. La actriz no estaba sola; su cuñado y su hermana estaban a su lado e intentaron intervenir, pero fueron desautorizados por un miembro del equipo de la compañía.
«Una de las mujeres le dijo a mi cuñado que se callara, diciendo que no pidió su ayuda», relató Ingrid, evidenciando la falta de respeto y empatía por parte del personal de la aerolínea. Respuesta de American Airlines Tras la repercusión del caso, American Airlines emitió una disculpa a Ingrid Guimarães.
En una nota enviada a F5, la compañía afirmó que está comprometida a proporcionar una experiencia positiva a los pasajeros y que un miembro del equipo habló con la actriz para resolver la situación. «Seguimos investigando el caso para entender todos sus detalles», añadió la empresa, demostrando que está tomando en serio las alegaciones realizadas por la actriz. Este incidente plantea cuestiones importantes sobre el trato a los pasajeros en las aerolíneas y la necesidad de un servicio más humano y respetuoso. La experiencia de Ingrid Guimarães sirve como una alerta para que las empresas del sector reconsideren sus prácticas y prioricen el bienestar de sus clientes.
