La marcha convocada por la Generación Z<\/strong> en Morelia, Michoacán, concluyó con un incidente violento que dejó un saldo preocupante: tres reporteros heridos y dos jóvenes detenidos. Este evento, que comenzó de manera pacífica, se tornó caótico tras la intervención de la Guardia Civil<\/strong>, luego de que un pequeño grupo de manifestantes comenzara a lanzar objetos hacia los agentes.
Desarrollo de la marcha<\/h2>
La manifestación se desarrolló en un ambiente mayoritariamente tranquilo, con miles de participantes que marcharon desde la Plaza Jardín Morelos<\/em> hasta el Palacio de Gobierno<\/em>. Sin embargo, la atmósfera se tornó tensa cuando un grupo reducido de jóvenes decidió quedarse frente al edificio gubernamental. Allí comenzaron a expresar su descontento arrojando croquetas para perro y otros objetos hacia los uniformados, lo que provocó un desenlace violento.
Confusión y agresión a periodistas
Entre los periodistas agredidos se encontraba Liliana Jiménez Nieto, una reportera con más de 30 años de experiencia en la cobertura de noticias policiacas. Durante la represión, un miembro de la Guardia Civil le golpeó con un escudo, provocándole una herida en la frente que requirió atención médica. Otros reporteros, como Jania Cerriteño de Radio Ranchito y Javier Guerrero de El Sol de Morelia, también sufrieron lesiones tras ser confundidos con los manifestantes.
Las detenciones y sus consecuencias
Un operativo policial culminó con la detención de dos jóvenes: uno de apenas 16 años y el otro, Jafet Pineda, un fotógrafo independiente que se encontraba documentando la marcha. Estos arrestos desataron una oleada de indignación entre los reporteros presentes, quienes alzaron la voz contra la violencia ejercida por las autoridades.
Reacción de organizaciones de derechos humanos
La Comisión Estatal de Derechos Humanos y varios colectivos de periodistas en Michoacán han exigido una investigación a fondo sobre lo sucedido. Estos organismos han solicitado un cese a la represión y han respaldado la decisión de los reporteros de presentar denuncias penales. La Secretaría de Seguridad Pública respondió rápidamente, anunciando la apertura de una investigación interna para esclarecer las responsabilidades de los agentes implicados.
Contexto de la manifestación
La movilización, que tuvo lugar no solo en Morelia, sino también en Uruapan y Zamora, reunió a participantes que rindieron homenaje al alcalde Carlos Manzo Rodríguez, asesinado recientemente. Los asistentes pusieron énfasis en la inseguridad que afecta a Michoacán, exigiendo justicia y soluciones efectivas a las autoridades.
Aproximadamente cuatro mil personas se concentraron en la capital, buscando visibilizar su descontento. Aunque la mayoría de los participantes se retiró pacíficamente, el enfrentamiento finalizó con un marcado contraste respecto al inicio de la marcha, reflejando la creciente tensión entre manifestantes y fuerzas del orden.
Estas situaciones ponen de manifiesto la urgente necesidad de establecer un diálogo efectivo entre las autoridades y la ciudadanía. Un enfoque más humano en la gestión de las protestas es esencial. Las agresiones a periodistas sirven como un potente recordatorio de los riesgos que corren aquellos que se dedican a informar en contextos marcados por la violencia y la represión.


