Impacto de la Contaminación Lumínica en la Ciudad de México: Retos y Soluciones

En la Ciudad de México, un fenómeno poco conocido pero alarmante afecta a sus habitantes: la contaminación lumínica. Este término se refiere a la excesiva iluminación artificial que ahoga la visibilidad del cielo nocturno. La observación astronómica se ve dificultada, así como la conexión de las personas con el cosmos. El astrónomo Omar López-Cruz destaca que este problema es especialmente grave en una metrópoli tan vibrante como la capital mexicana.

La contaminación lumínica en esta ciudad no solo impacta a los astrónomos. Afecta directamente la vida cotidiana de sus residentes. En una reciente entrevista, López-Cruz subrayó que la inmensa cantidad de luz artificial impide ver incluso la Vía Láctea, un espectáculo natural que debería ser visible a simple vista.

La lucha contra la luz artificial

En su análisis, el investigador explica que la luz que emiten los edificios comerciales, vallas publicitarias y otros elementos luminosos han creado un manto que cubre las estrellas. Este fenómeno, conocido como contaminación lumínica, es el resultado de un uso ineficiente de la electricidad. Muchos habitantes de la ciudad ni siquiera son conscientes de lo que se están perdiendo.

El miedo a la oscuridad y sus raíces

El miedo a la noche es una reacción evolutiva, señala López-Cruz. Antiguamente, nuestros antepasados debían estar alerta ante depredadores que acechaban en la oscuridad. Aunque hoy en día esta amenaza ha desaparecido, la necesidad de iluminar cada rincón de la ciudad ha llevado a un exceso de luz artificial. Como resultado, las personas han perdido la conexión con la oscuridad natural, vital para la salud del ecosistema.

El matemático y físico, dedicando su vida a la astronomía, menciona que el brillo del sol durante el día impide ver las estrellas. De manera similar, la luz descontrolada de la ciudad oscurece el cielo nocturno. La ciudad, llena de partículas suspendidas en el aire y con un exceso de luz, se convierte en un lugar donde la observación astronómica se vuelve casi imposible.

Iniciativas para restaurar la oscuridad natural

En un esfuerzo por combatir esta problemática, en abril de, el Congreso de la Ciudad de México aprobó una iniciativa para reformar la ley ambiental, enfocándose en la contaminación lumínica. Esta propuesta, impulsada por el legislador Jesús Sesma Suárez, busca abordar los efectos negativos que la luz artificial tiene sobre el medio ambiente y la calidad de vida de los ciudadanos.

Además de la cuestión ambiental, el legislador ha resaltado que la contaminación lumínica limita la capacidad de realizar investigaciones científicas en astronomía. La ineficiencia en el gasto energético es otra de las preocupaciones, ya que hasta un 50% de la luz generada se utiliza de manera innecesaria, iluminando áreas que no requieren esta luminosidad.

Un futuro con cielos oscuros

López-Cruz lamenta que la generación actual de jóvenes nunca haya tenido la oportunidad de observar la Vía Láctea. A medida que la contaminación lumínica se intensifica, se hace evidente que para muchos, las estrellas se han vuelto un recuerdo distante. Sin embargo, existen lugares en México, como algunas zonas deshabitadas en el norte, donde el cielo sigue siendo un refugio de oscuridad, permitiendo la observación astronómica sin obstáculos.

Para quienes buscan escapar del resplandor de la ciudad, estos santuarios de cielos oscuros ofrecen una experiencia única que contrasta drásticamente con la vida urbana. La falta de iluminación pública y de población en estos lugares permite disfrutar de un espectáculo celeste que, lamentablemente, sigue siendo ajeno a la mayoría de los habitantes de la Ciudad de México.