El 30 de noviembre de 2025, más de seis millones de hondureños acuden a las urnas en un evento electoral que podría redefinir el futuro del país. La contienda se centra en la posibilidad de que el partido Libertad y Refundación (Libre), de izquierda, mantenga su poder o si Honduras regresará al sistema de bipartidismo tradicional, dominado por los partidos Nacional y Liberal. A pesar de algunos inconvenientes técnicos en los centros de votación, la jornada se ha desarrollado mayormente en un ambiente pacífico.
La presidenta actual, Xiomara Castro, ha convocado a los votantes a ejercer su derecho de manera soberana, destacando la importancia de que la decisión del pueblo prevalezca sobre influencias externas. Su presencia en el centro electoral de El Espino, junto a su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, reafirmó su compromiso con la soberanía nacional. Aunque no mencionó directamente a figuras como el expresidente estadounidense Donald Trump, alentó a los ciudadanos a que su decisión sea un reflejo de su autodeterminación.
Desarrollo de la jornada electoral
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras ha implementado medidas para garantizar que la votación transcurra sin problemas. Ante reportes de demoras y fallos en los dispositivos biométricos, se decidió extender el horario de votación una hora adicional en aquellos centros donde las Juntas Receptoras de Votos (JRV) así lo acuerden. Esta decisión responde a las quejas sobre la apertura tardía en varios lugares, permitiendo que algunos centros permanezcan abiertos hasta las 18:00 hora local.
La jornada ha sido observada de cerca por diversas entidades, incluyendo la Unión Europea, cuyos representantes destacan la participación cívica como admirable. Francisco Assis, jefe de la Misión de Observación Electoral, mencionó la notable asistencia de ciudadanos de todas las edades y el ambiente cívico en los centros, lo que indica el interés del pueblo por el futuro político de Honduras.
Retos de la seguridad y el clima electoral
La campaña electoral ha estado marcada por el tema de la seguridad, un aspecto crítico dado el alarmante índice de homicidios, que registra 27 muertes por cada 100,000 habitantes en 2025. En este contexto, los candidatos han presentado diferentes enfoques: Rixi Moncada propone mantener el estado de excepción, Salvador Nasralla sugiere un enfoque más severo inspirado en la estrategia de Nayib Bukele en El Salvador, mientras que Nasry Asfura se enfoca en el desarrollo económico como vía para reducir la violencia.
A medida que se acercan las elecciones, se han reportado múltiples quejas desde la diáspora hondureña en Estados Unidos. Muchos compatriotas han compartido imágenes de largas filas para votar y han señalado problemas como demoras en la apertura de los centros, fallos en los sistemas de identificación y la falta de actualización en su documentación electoral.
Contexto social y político
Las elecciones no son solo un ejercicio democrático, sino que también se producen en un contexto complicado. Durante los primeros diez meses de 2025, más de 34,000 hondureños fueron deportados desde Estados Unidos, un incremento del 22% en comparación con el año anterior. Este fenómeno de migración forzada ha hecho que las propuestas sobre el retorno de los hondureños sean un tema central en la contienda electoral, impactando directamente en las decisiones de los votantes.
La consejera presidenta del CNE, Ana Paola Hall, ha instado a los medios de comunicación a ejercer responsabilidad en la difusión de encuestas y resultados anticipados, advirtiendo que esto podría infringir la ley electoral. Reiteró la necesidad de que todos los miembros de las JRV permanezcan en sus puestos hasta que se complete el proceso de votación y el conteo de votos.
El futuro del país en juego
Las elecciones del 30 de noviembre marcarán el inicio de un nuevo capítulo en la política hondureña, con el sucesor de Xiomara Castro asumiendo el cargo el 27 de enero de 2026. Los votantes no solo decidirán quién liderará el país, sino que también renovarán 298 alcaldías, 128 escaños del Congreso y 20 del Parlamento Centroamericano. Con un panorama lleno de incertidumbres, la expectativa por los resultados está en su punto más alto y los ciudadanos han respondido con un alto interés por participar en este proceso electoral.
Las encuestas indican que solo tres candidatos tienen posibilidades reales de ganar: Rixi Moncada, del partido Libre, Nasry Asfura del Partido Nacional y Salvador Nasralla del Partido Liberal. A medida que se desarrolla esta jornada electoral, la atención está centrada en cómo se darán los resultados y el impacto que tendrán en la sociedad hondureña.



