El homenaje en la catedral de Buenos Aires
El pasado martes, la Catedral de Buenos Aires se convirtió en el escenario de un emotivo homenaje al Papa Francisco, donde líderes de las comunidades judía, islámica y de diversas denominaciones cristianas se unieron para celebrar su compromiso con el diálogo interreligioso. El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, abrió la ceremonia recordando que «esta es la casa de todos», reflejando así la misión inclusiva que siempre promovió Francisco.
Un tributo lleno de simbolismo
Hundreds de personas de diferentes edades se congregaron en los escalones frontales de la catedral, adornados con velas encendidas, mensajes conmovedores, fotografías y flores en honor al Papa, quien falleció en Roma el lunes a los 88 años. Entre los asistentes estaban el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el Ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, representando al gobierno del Presidente Javier Milei, quien viajó a Roma para asistir al funeral.
Reflexiones sobre su legado
El rabino Daniel Goldman destacó la importancia de la sencillez en el mensaje de Francisco, afirmando que «hablaba en un lenguaje directo y accesible para todos», subrayando que esta simplicidad no era superficial, sino un reflejo de profunda sabiduría y sensibilidad. Por su parte, el imán Sheik Salim Delgado recordó la visita del Papa a Tierra Santa y su constante preocupación por los conflictos armados, elogiando su capacidad para construir puentes de hermandad y su genuino interés en ayudar a los más vulnerables.
La emotividad del acto
La misa culminó con un emotivo grito de «¡Viva Francisco!» que resonó en la catedral, acompañado de un prolongado aplauso que dejó a muchos fieles con lágrimas en los ojos. Entre ellos se encontraba Érica Nieves, líder del grupo scout «Papa Francisco» de Berazategui, quien compartió la tristeza de los jóvenes que la acompañaban, reflejando la profunda ausencia que deja el Papa: «Ahora nos sentimos huérfanos de una figura paterna, de un guía».
Mirando hacia el futuro
La muerte del Papa Francisco ha suscitado reflexiones sobre el futuro de la iglesia y el legado que deja. Francisco González, un hombre de 70 años, comentó sobre el mensaje que el Papa dejó en torno al cuidado de la tierra y la importancia de brindar alimento y refugio a los necesitados. «Esperamos que el nuevo Papa comparta la visión de Francisco», expresó, añadiendo un deseo de continuidad en la misión de servicio y amor hacia los demás.