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Un partido que prometía
El Challenger de Santiago se convirtió en el escenario de un momento inesperado para el tenista argentino Guido Justo. Con un ranking ATP de 413°, Justo se encontraba en una intensa batalla contra Genaro Olivieri, quien ocupa el puesto 325°.
Ambos jugadores estaban empatados en un set por lado y en cinco juegos cada uno, lo que hacía que el ambiente en la cancha del Club Deportivo Manquehue estuviera cargado de tensión y expectativa. Justo, que había llegado al torneo tras superar las rondas de clasificación, se mostraba decidido a avanzar en el torneo, pero el destino tenía otros planes.
La caída repentina
Todo transcurría con normalidad hasta que, en el undécimo juego del tercer set, Justo ejecutó un globo largo y profundo. Sin embargo, al intentar impactar la pelota, colapsó de manera repentina, dejando a todos los presentes en estado de shock.
La jueza de silla, Alina Rocha, rápidamente descendió a la cancha para evaluar la situación. Justo, visiblemente afectado, intentó levantarse, pero sus músculos parecían no responder, lo que generó una gran preocupación entre los espectadores y su rival.
Un desenlace desafortunado
A pesar de los primeros calambres, Justo continuó jugando, pero la situación se tornó insostenible. En un cambio de lado, tras un revés, no pudo devolver la derecha invertida de Olivieri y se derrumbó nuevamente, emitiendo un quejido de dolor.
Este incidente no solo marcó el fin de su participación en el torneo, sino que también dejó en evidencia la fragilidad del cuerpo humano ante el esfuerzo físico extremo. Justo había sido asistido previamente por molestias en su hombro derecho y en la zona baja de la espalda, lo que sugiere que su cuerpo ya estaba lidiando con problemas antes de la caída.
El futuro de Guido Justo
El tenista argentino, que comenzó su carrera en el Club Atlético Monte Grande, se enfrenta ahora a un período de recuperación. La caída en Santiago es un recordatorio de los desafíos que enfrentan los atletas en su búsqueda de la excelencia. Mientras tanto, su rival, Genaro Olivieri, avanzará a octavos de final, donde se medirá contra el boliviano Murkel Dellien Velasco, quien ocupa el puesto 199 del mundo. La historia de Justo no termina aquí; su determinación y pasión por el tenis seguramente lo llevarán a regresar más fuerte en futuras competiciones.