El mes de noviembre ha traído consigo cambios significativos en la programación de Telecinco, un canal que busca mejorar sus cifras de audiencia. Este año, la cadena ha decidido apostar de nuevo por uno de sus formatos más populares: los realities. Con la reciente final de Supervivientes All Stars 2025, que coronó a Rubén Torres como ganador, Mediaset ha optado por una nueva estrategia para atraer a los televidentes, especialmente con el lanzamiento de Gran Hermano 20.
El ciclo de Gran Hermano ha sido un pilar en la televisión española durante 25 años. Su última edición se ha programado para los jueves, mientras que los lunes están reservados para la gala de La isla de las tentaciones 9, que también ocupa el access prime time los martes y miércoles. Sin embargo, el inicio de Gran Hermano 20 ha traído resultados inesperados y preocupantes.
Un debut por debajo de las expectativas
La primera gala de Gran Hermano 20 se emitió el jueves a las 23:00 horas. Las cifras de audiencia fueron desalentadoras, ya que el programa solo logró captar un 15,8% de cuota de pantalla, lo que se traduce en aproximadamente 889,000 espectadores. Estos números son un claro indicio de cómo ha cambiado el panorama televisivo y representan un retroceso significativo respecto a la edición anterior, que había comenzado con un 17,4% y más de un millón de televidentes.
La competencia en el prime time
A pesar de liderar su franja horaria, Gran Hermano 20 se enfrenta a una competencia feroz. Programas como El Hormiguero y La Revuelta han mantenido cifras más elevadas, con El Hormiguero alcanzando un 15,9% y La Revuelta un 14,3%. Este contexto pone de manifiesto que, aunque Gran Hermano sigue siendo un nombre conocido, no ha logrado captar la atención del público como en ediciones anteriores.
Las causas de la caída en audiencia
Existen múltiples factores que podrían explicar la disminución de la audiencia de Gran Hermano 20. Uno de ellos es la saturación del formato de reality en la televisión actual. Con tantas opciones disponibles, los espectadores pueden sentirse abrumados y optar por otras alternativas. Además, el hecho de que el estreno haya tenido lugar en noviembre, en lugar de septiembre como en años anteriores, podría haber influido en el interés general del público.
Expectativas frente a la realidad
El inicio de Gran Hermano 20 no solo ha sido uno de los más bajos en su historia, sino que también refleja una tendencia de disminución en la popularidad de los realities en general. La edición anterior ya había registrado cifras mínimas, y ahora se ha producido un descenso adicional de 1,6 puntos, lo que supone una pérdida de 164,000 espectadores. Esta situación obliga a Telecinco a replantear su estrategia para captar la audiencia en el futuro.
Reflexiones sobre el futuro de los realities
Con la actual situación, surge la pregunta: ¿qué futuro le espera a Gran Hermano y a otros formatos similares? Aunque el formato ha demostrado ser resistente, también debe adaptarse a los cambios en los gustos del público. La clave estará en ofrecer contenido fresco y relevante que logre conectar con los espectadores, quienes buscan experiencias que resuenen con sus vidas.
Aunque Gran Hermano 20 ha liderado la noche, las cifras son un claro recordatorio de que la competencia es feroz y que la adaptación es necesaria en un entorno televisivo en constante evolución. La próxima edición de Supervivientes y otros realities de Telecinco deberán observar atentamente el desempeño de Gran Hermano 20 para ajustar sus estrategias y captar la atención del público.



