En un rincón vibrante de México, Zihuatanejo, se ha gestado una historia que trasciende fronteras y toca corazones. Esta es la vida de Gloria Bellack, una mujer que, a través de su incansable dedicación, ha dejado una huella imborrable en su comunidad adoptiva. Desde sus humildes comienzos en Beaumont, Inglaterra, hasta convertirse en la cofundadora de una organización sin fines de lucro que ha beneficiado a innumerables niños, Gloria es un ejemplo de cómo el amor y el compromiso pueden transformar vidas.
Una vida de pasión y superación
Nacida en la niebla de Beaumont, Gloria comenzó su viaje en el mundo del patinaje sobre hielo, una pasión que la llevó por toda Inglaterra. Recuerdo cuando me contaba sobre su experiencia enseñando a patinar en Leeds, una ciudad donde el carbón cubría las calles y el aire era denso. “Después de clase, solíamos encontrar manchas de hollín en nuestros cuerpos, como si la ciudad intentara dejar su marca en nosotros”, solía decir con una sonrisa nostálgica.
A los 45 años, Gloria ya había pasado por tres matrimonios y había conocido a leyendas musicales como Mick Jagger. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando se mudó a Australia y luego a los Estados Unidos, donde se convirtió en una estrella del espectáculo de patinaje en Reno, Nevada. Fue allí donde conoció a Richard Bellack, un piloto de United Airlines, quien se convertiría en su cuarto esposo y compañero en esta travesía de vida.
El descubrimiento de Zihuatanejo
Tras años de aventuras, la pareja Bellack decidió explorar México, un país que los había cautivado desde su primera visita en 1974. Zihuatanejo, con su belleza natural y su calidez, se convirtió en su hogar durante los meses de invierno. Pero fue un día en particular en el que su destino cambió para siempre. Mientras se alojaban en un hotel, se toparon con un grupo de niños en una cancha de baloncesto, solo para descubrir que estaban participando en una actividad de limpieza de playas. Este encuentro fortuito los llevó a conocer a Lisa Martin, una estadounidense que se había unido a Marina Sánchez, una profesora dedicada a educar a los niños indígenas más desfavorecidos de la ciudad.
La situación educativa de estos niños era precaria, ya que muchos hablaban náhuatl y no español, lo que les cerraba las puertas del apoyo gubernamental. La visión compartida de Gloria, Lisa y Marina fue crear una escuela que ofreciera las mismas oportunidades que las instituciones oficiales, y así nació la idea de Netza School, un proyecto que comenzó en una humilde choza.
El surgimiento de Por Los Niños
Con la determinación de ayudar, los Bellack comenzaron a involucrarse activamente en la comunidad. Se unieron al creciente grupo de navegantes que llegaban a Zihuatanejo y que llevaban consigo donaciones de útiles escolares. En un bar local, Rick’s Bar, comenzaron a recolectar estos materiales, y de esa manera, una pequeña asociación fue tomando forma.
La idea de organizar un evento de recaudación de fondos se materializó cuando Latitude 38, una reconocida revista de navegación, se unió para crear el evento Sail Parade. La primera edición fue un éxito rotundo, recaudando más de 2,000 dólares. De ahí nació Sailfest, un evento que ha evolucionado con los años, incorporando concursos, bailes y actividades que atraen tanto a locales como a turistas. “La gente comenzó a planear sus vacaciones alrededor de Sailfest”, recuerda Gloria con una risa llena de orgullo.
Desafíos y logros
A pesar de los éxitos, el camino no ha sido fácil. La participación de embarcaciones en Sailfest ha disminuido significativamente en los últimos años, pasando de 100 a solo 10-12 barcos en 2025. Algunos atribuyen esta caída a la competencia de otro evento en Barrio Navidad, mientras que otros apuntan a la economía y los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, Por Los Niños sigue prosperando, recaudando más de 4.7 millones de pesos en 2024 (aproximadamente 205,000 dólares) para continuar su misión.
Con el tiempo, la organización ha contribuido a la construcción de aulas, cocinas y baños, además de proporcionar uniformes, libros y computadoras a los estudiantes. Un logro notable fue la tasa de graduación del 100% en el último año de sus beneficiarios de becas, muchos de los cuales han continuado su educación superior.
Un legado que perdura
A pesar de haberse retirado de la gestión diaria de los eventos, Gloria, ahora con 81 años, y Richard, de 86, siguen siendo una presencia activa en Por Los Niños. Cada año, Gloria organiza un evento muy esperado llamado High Tea with Gloria, donde los asistentes, ataviados con elaborados sombreros y ropa elegante, disfrutan de una tarde de té y donaciones. “Para mí, esto es más que un evento; es una celebración de la comunidad que hemos construido”, dice Gloria, con una luz especial en sus ojos.
La pasión de Gloria por ayudar a los demás y su fe en la comunidad que han creado son un testimonio de su carácter. Como ella misma dice: “Me ha dado mucha fe, emoción e inspiración. Y, lo más importante, me hace feliz”.
Así que, la próxima vez que escuches sobre Zihuatanejo, recuerda la historia de Gloria Bellack, una mujer que ha hecho de su vida un compromiso de amor y esperanza para los niños que más lo necesitan.