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Un milagro de la ciencia en Knoxville
El 31 de octubre de 2022, la historia de la fertilidad dio un giro inesperado en Knoxville, Tennessee, cuando Rachel Ridgeway dio a luz a gemelos sanos, resultado de embriones congelados durante tres décadas.
Este evento no solo es un testimonio del avance de la ciencia médica, sino que también plantea preguntas sobre la ética y la viabilidad de los embriones congelados. La pareja Ridgeway, que ya tenía cuatro hijos, se encontró en una situación única al recibir estos embriones donados, que originalmente pertenecían a un matrimonio anónimo en la Costa Oeste de Estados Unidos.
La historia detrás de los embriones
Los embriones, que fueron concebidos utilizando el esperma del padre y los óvulos de una donante de 34 años, fueron donados al Centro Nacional de Donación de Embriones (NEDC). Este centro se especializa en la adopción de embriones no utilizados, ofreciendo a las familias la oportunidad de concebir a través de la fertilización in vitro (FIV).
La madre biológica de los gemelos es solo tres años mayor que los embriones, lo que añade una capa de complejidad a esta historia. La pareja Ridgeway, al igual que muchas otras, había estado buscando opciones para expandir su familia y finalmente encontraron la solución en la donación de embriones.
Un récord que desafía el tiempo
Este nacimiento no solo es notable por la duración del congelamiento de los embriones, sino que también establece un nuevo récord en la historia de la fertilidad. Anteriormente, el récord estaba en manos de Molly Gibson, quien nació en 2020 de un embrión que había estado congelado durante casi 27 años.
La historia de los gemelos Ridgeway resalta la importancia de la investigación en fertilidad y el potencial de los embriones congelados para dar vida incluso después de décadas. Este caso plantea interrogantes sobre el futuro de la fertilización asistida y la posibilidad de que más familias puedan beneficiarse de embriones que han estado en espera durante años.
