El reciente pronunciamiento del Parlamento francés ha arrojado dudas sobre la viabilidad del acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el bloque sudamericano conocido como Mercosur. Esta declaración, que tuvo lugar el jueves, refuerza la postura adversa de Francia hacia el tratado, el cual aún debe ser ratificado para convertirse en ley.
El pacto, que incluye a países como Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, fue acordado por la Comisión Europea a finales de. Sin embargo, su aceptación ha suscitado preocupaciones significativas entre sectores agrícolas y ambientalistas, especialmente en Francia. La necesidad de una ratificación a nivel europeo se torna crucial, con votaciones clave programadas a partir de diciembre.
El proceso de ratificación del acuerdo
Para que el tratado pueda ser implementado, se necesita la aprobación tanto del Consejo de la UE, que agrupa a los 27 países miembros, como del Parlamento Europeo. Aunque Francia no puede bloquear el acuerdo por sí sola, ya que se necesita una mayoría calificada, se anticipa que la luz verde podría darse en el próximo mes.
El Parlamento francés, en su reciente sesión, aprobó de manera unánime una resolución impulsada por el partido de izquierda La France Insoumise (LFI), que exhorta al gobierno a oponerse al acuerdo. Durante la discusión, el Ministro de Europa, Benjamin Haddad, reafirmó que el pacto en su forma actual no es aceptable, a pesar de haber obtenido algunas mejoras en las cláusulas de salvaguarda propuestas por la Comisión Europea.
Preocupaciones de los agricultores franceses
Los agricultores en Francia están especialmente inquietos ante la posibilidad de que el mercado local se vea inundado por productos agrícolas provenientes de Mercosur, los cuales son considerados más competitivos. A pesar de las promesas de la Comisión Europea de intervenir en caso de que se produzca una desestabilización del mercado, el temor persiste entre los productores locales.
Expectativas de Brasil ante el acuerdo
Por otro lado, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha manifestado su optimismo sobre el futuro del acuerdo. Durante una reciente cumbre del G20 en Johannesburgo, anunció que el tratado se firmará el 20 de diciembre durante la Cumbre de Líderes de Mercosur en Foz do Iguaçu, Paraná. Lula describió este momento como “muy especial” para ambas regiones y aseguró que, una vez firmado, se iniciará un proceso intensivo para concretar los beneficios del acuerdo.
En respuesta a las preocupaciones francesas, Lula subrayó que el Mercosur no está negociando únicamente con Francia, sino con la Unión Europea en su totalidad. Este acuerdo, que comenzó a gestarse en 1999, tiene como objetivo crear un mercado conjunto de más de 720 millones de consumidores, además de un producto interno bruto combinado de 22 billones de dólares.
Un acuerdo estratégico para ambas partes
Se considera que este tratado representa una oportunidad estratégica tanto para la UE como para los países de Mercosur. Para la UE, significa diversificar mercados en un escenario global donde compite con potencias como Estados Unidos y China. Para las naciones del Mercosur, especialmente Brasil, el acuerdo podría significar un impulso significativo para sus exportaciones agrícolas e industriales.
En resumen, la oposición del Parlamento francés plantea un obstáculo considerable para el acuerdo entre la UE y Mercosur. La incertidumbre sobre la ratificación y el impacto en los sectores involucrados continuará generando debate y análisis en las próximas semanas, mientras las partes interesadas esperan el desenlace de este complejo proceso.


