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El panorama del crédito en Brasil
En Brasil, la situación del crédito para micro y pequeñas empresas es crítica. Según el Sebrae, aproximadamente 6,5 millones de CNPJs están en situación de inadimplencia. Esta realidad se agrava por el hecho de que el 88% de estas empresas no busca financiamiento en bancos, ya que saben que no obtendrán crédito.
Este vacío en el mercado es donde las fintechs están comenzando a hacer una diferencia significativa.
Fintechs: una alternativa viable
Las fintechs están diseñadas para ofrecer soluciones que las instituciones financieras tradicionales han pasado por alto. Por ejemplo, Raphael Levi, CEO de Flip, destaca que los clientes pueden acceder a opciones de crédito en tiempo real desde cualquier lugar, sin necesidad de interactuar con un agente bancario.
Esta desburocratización y agilidad en el proceso son cruciales para los microempresarios que necesitan financiamiento inmediato. Con solo unos clics, pueden ver las tasas de interés y decidir qué opción se adapta mejor a sus necesidades.
Inteligencia artificial y análisis de datos
Las fintechs también están utilizando inteligencia artificial para evaluar la capacidad de pago de las empresas. CashU, por ejemplo, analiza más de 1.500 variables para determinar la concesión de crédito. Esto incluye factores como el comportamiento en redes sociales y la interacción con clientes, lo que permite a las fintechs tener una visión más completa de la salud financiera de una empresa.
Este enfoque innovador podría ser la clave para democratizar el acceso al crédito y ofrecer tasas más justas.
Desafíos y oportunidades
A pesar de las ventajas que ofrecen, las fintechs enfrentan desafíos significativos. La necesidad de encontrar un modelo de negocio sostenible es crucial, especialmente en un entorno donde la inadimplencia puede ser un problema.
Sin embargo, muchos creen que, a medida que la tecnología avanza y se recopilan más datos, será posible ofrecer crédito a tasas más bajas y justas. Gustavo Traballe, COO de Flip, menciona que los buenos pagadores a menudo terminan pagando más debido a la forma en que los bancos calculan el riesgo. Las fintechs tienen la oportunidad de cambiar esta narrativa.