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Un cambio significativo en la práctica farmacéutica
La reciente resolución del Consejo Federal de Farmácia (CFF) ha marcado un hito en la práctica farmacéutica en Brasil. A partir de abril, los farmacêuticos podrán prescribir medicamentos, incluyendo aquellos que requieren receta médica. Esta decisión ha generado un intenso debate entre profesionales de la salud, especialmente entre médicos y farmacéuticos. La medida busca reconocer formalmente la capacitación de los farmacêuticos, quienes ahora podrán actuar de manera más autónoma en el cuidado de la salud de los pacientes.
Requisitos para la prescripción
Según el CFF, solo los farmacêuticos que cuenten con el Registro de Qualificação de Especialista (RQE) en Farmácia Clínica podrán realizar prescripciones. Este registro, aprobado recientemente, es un paso hacia la profesionalización y especialización de los farmacêuticos en el país. Sin embargo, la resolución ha sido recibida con preocupación por parte de asociaciones médicas, que argumentan que los farmacêuticos no poseen la formación necesaria para realizar diagnósticos y definir tratamientos de manera segura. Este conflicto de intereses plantea preguntas sobre la delimitación de competencias entre médicos y farmacêuticos.
La reacción de la comunidad médica
Las asociaciones médicas han manifestado su oposición a la resolución, argumentando que la prescripción de medicamentos es una tarea que debe ser exclusiva de los médicos. El Consejo Federal de Medicina (CFM) ha calificado la medida como «absolutamente ilegal» y ha anunciado que tomará acciones legales para impugnarla. Los médicos enfatizan que la prescripción requiere un diagnóstico adecuado, algo que consideran que solo puede ser realizado por profesionales con una formación médica completa. Esta tensión entre las dos profesiones podría tener repercusiones significativas en la atención al paciente y en la dinámica de trabajo en el sistema de salud.
El papel del farmacêutico en la atención al paciente
A pesar de las críticas, el CFF defiende que la nueva norma organiza la prescripción farmacéutica y asegura que los farmacêuticos actúen dentro de protocolos clínicos bien establecidos. La resolución también permite a los farmacêuticos realizar un seguimiento más cercano de los pacientes, lo que podría mejorar la seguridad y eficacia en el uso de medicamentos. Sin embargo, se establece que no podrán prescribir medicamentos que requieran notificación de receta, como los de «tarja preta». Este enfoque busca equilibrar la autonomía del farmacêutico con la necesidad de garantizar la seguridad del paciente.
Un futuro incierto
La implementación de esta resolución abre un nuevo capítulo en la atención farmacéutica en Brasil. Mientras que algunos ven esta medida como un avance hacia una atención más integral y accesible, otros temen que pueda comprometer la seguridad del paciente. La discusión sobre la competencia y el papel de cada profesional en el sistema de salud es más relevante que nunca. A medida que se acerca la fecha de implementación, será crucial observar cómo se desarrollan las dinámicas entre médicos y farmacêuticos y cómo esto impactará en la atención al paciente.