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Un legado arquitectónico sin igual
El mundo de la arquitectura se encuentra de luto tras la muerte de Ricardo Scofidio, un pionero que transformó la forma en que concebimos los espacios urbanos. A los 89 años, Scofidio dejó un legado que combina arte, tecnología y urbanismo, redefiniendo la arquitectura contemporánea.
Junto a su esposa, Elizabeth Diller, fundó la firma Diller Scofidio + Renfro en 1979, que se convirtió en un referente mundial en el diseño arquitectónico.
Proyectos emblemáticos que cambiaron la ciudad
Entre sus obras más destacadas se encuentra el Museo Whitney de Arte Americana y el famoso High Line en Nueva York, un parque elevado que ha revitalizado el paisaje urbano de Manhattan.
Scofidio no solo diseñó espacios, sino que también cuestionó las expectativas de sus clientes, desafiando las normas establecidas en la arquitectura. Su enfoque innovador y su capacidad para integrar diferentes disciplinas lo convirtieron en un arquitecto único.
Un impacto global y académico
Además de su trabajo en Nueva York, Scofidio dejó su huella en Brasil, donde colaboró en el diseño del Museo da Imagem e do Som en Copacabana, un proyecto que sigue en construcción. Su visión de la arquitectura como un medio para conectar a las personas con su entorno fue evidente en cada uno de sus proyectos.
A lo largo de su carrera, también se dedicó a la enseñanza, impartiendo clases en instituciones prestigiosas como la Cooper Union y Harvard, donde inspiró a nuevas generaciones de arquitectos.
Un hombre de familia y pasión por la música
Nacido en Nueva York, Scofidio era hijo de un músico de jazz, lo que sin duda influyó en su apreciación por el arte y la creatividad. A lo largo de su vida, fue un esposo y padre devoto, dejando atrás a su esposa Elizabeth y a sus cuatro hijos: Ian, Gino, Marco y Dana. Su legado no solo se mide en sus obras, sino también en la influencia que tuvo en su familia y en el mundo de la arquitectura.