La noticia de la muerte de Carlos Oliva Funes, un influyente empresario en la industria de la carne, ha conmocionado al sector. A sus 82 años, falleció en Nueva York, dejando tras de sí una trayectoria marcada por éxitos empresariales y controversias políticas. Funes, ex presidente de Swift, se destacó no solo por su habilidad en los negocios, sino también por su papel en uno de los escándalos de corrupción más resonantes de la historia argentina, conocido como Swiftgate.
Los inicios de su carrera empresarial
Nacido en Córdoba, Carlos Oliva Funes mostró desde joven un gran interés por el mundo empresarial. Tras graduarse en Administración de Empresas en la Universidad Católica de su provincia, se trasladó a Buenos Aires para unirse a su amigo y cuñado, Rodolfo Costantini. Juntos, comenzaron a construir una de las empresas frigoríficas más grandes del país. En 1977, el grupo de Costantini se expandió al incorporar a Swift en su portafolio, cuando esta fue privatizada.
El destino de Funes cambió en 1980, cuando Campbell Soup adquirió Swift. La compañía estadounidense, que había establecido un contrato significativo para el suministro de carne, eligió a Oliva como su CEO, y más tarde lo nombró presidente. Su liderazgo fue clave para el crecimiento de la empresa, que se consolidó aún más con la apertura de una nueva planta en Rosario a principios de los años noventa.
El escándalo Swiftgate
Sin embargo, su carrera no estuvo exenta de controversias. En los años 90, Funes se vio involucrado en el escándalo conocido como Swiftgate. Este caso de corrupción reveló un esquema de sobornos en relación con la instalación de una planta de Swift en Argentina. La situación se complicó cuando la embajada de Estados Unidos tomó interés en el asunto, lo que llevó a la renuncia de varios funcionarios del gobierno de Carlos Menem.
La crisis política que siguió marcó un hito en la historia argentina. A finales de enero de 1991, todo el gabinete tuvo que renunciar, incluyendo al asesor presidencial Emir Yoma y al entonces Ministro de Economía, Erman González, quien dejó su cargo en manos del canciller, Domingo Felipe Cavallo. Este escándalo dejó una huella profunda en la política y la economía del país.
Su legado y la publicación de su libro
A pesar de las controversias, el legado de Carlos Oliva Funes en la industria cárnica es indiscutible. En 2005, tras vender su participación en Swift a JBS, se retiró de la actividad en Argentina y se trasladó a República Dominicana. Sin embargo, no olvidó su historia. Este año, publicó su libro “Un disparo en la oscuridad. Pecados de la carne Argentina”, una obra que revisita los acontecimientos del Swiftgate, escrita hace más de 30 años, pero que sigue siendo relevante en el contexto actual.
El libro no solo narra su experiencia personal, sino que también ofrece una reflexión sobre la corrupción en la política argentina y el impacto que tuvo en su carrera. Con una prosa accesible, Funes comparte su visión sobre un capítulo oscuro de la historia argentina, invitando a los lectores a reflexionar sobre la relación entre negocios y política.
Reflexiones sobre la vida de un empresario controvertido
La vida de Carlos Oliva Funes es un testimonio de los altibajos en el mundo empresarial, donde el éxito puede ir de la mano con la controversia. Su legado perdurará, tanto en el sector cárnico como en la memoria colectiva de un país que ha enfrentado múltiples desafíos a lo largo de su historia. La figura de Funes nos recuerda que los caminos del éxito no siempre son rectos y que el contexto político puede influir de manera significativa en los negocios.
