En la penumbra de la noche, se despliega una escena extraordinaria: Nahui Olin, caracterizada por sus impactantes ojos verdes y su cabello rubio desordenado, se encuentra frente a su pareja, con un revólver apuntado a su pecho. El hombre en cuestión, Dr. Atl, una figura mayor renombrada por su innovador pigmento Atlcolor, reacciona rápidamente, agarrando su brazo y haciendo que la pistola se desvíe hacia abajo. En un ataque de ira abrumadora, ella dispara cinco veces al suelo, símbolo de las intensas emociones que marcarían su relación.
Este momento, tan dramático como parece, es solo una instantánea del torbellino romántico entre el Dr. Atl y Olin, un romance caracterizado por altibajos que dejaron una huella imborrable en la cultura mexicana.
Los inicios de una asociación apasionada
En julio de 1922, el Dr. Atl, cuyo verdadero nombre era Gerardo Murillo, escribió una entrada reflexiva en su diario. Describió un instante en una multitud bulliciosa donde la mirada de una mujer abrió un abismo verde metafórico ante él, cautivándolo de inmediato. En ese momento, él estaba estableciendo una escuela nacional de arte dentro de las históricas paredes del Ex-Convento de la Merced en la Ciudad de México.
Su musa, Carmen Mondragón, no solo era artista y poeta, sino también una pionera cuyo camino artístico se entrelazaría con el suyo. Su conexión desafiaría las normas sociales, encendiendo debates sobre el papel en evolución de las mujeres en una sociedad predominantemente patriarcal.
Influencia artística y cambio social
El viaje artístico del Dr. Atl comenzó en ciudades europeas como París y Roma, donde adoptó el nombre de Dr. Atl en 1902, siendo atl la palabra que significa agua en la lengua indígena náhuatl. Su ferviente amor por México lo impulsó a involucrarse activamente en la evolución política y cultural del país, especialmente en el período previo a la Revolución Mexicana.
Al regresar a México en 1913, asumió el cargo de Director en la Academia de San Carlos, donde se convirtió en mentor de futuros muralistas como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. Sus enseñanzas contribuyeron significativamente al surgimiento del movimiento muralista mexicano, que definiría una parte importante del paisaje cultural del país.
Mientras tanto, la trayectoria de Carmen se desvió cuando huyó a Europa tras el exilio de su padre durante la agitación política de la Decena Trágica. Fue en España donde inició su carrera artística, regresando a México en 1921 para sumergirse en la vibrante escena artística.
Una relación marcada por la volatilidad
Una vez que se establecieron juntos en el monasterio, su vida compartida se convirtió en un refugio creativo, aunque también estuvo llena de volatilidad. Olin, quien pasó a ser conocida como Nahui Olin, un nombre que significa la fuerza de la naturaleza, fue tanto una fuente de inspiración como de agitación para el Dr. Atl. Su relación se caracterizó por disputas apasionadas seguidas de reconciliaciones igualmente fervientes.
Sin embargo, a medida que más alumnas comenzaban a frecuentar el monasterio, las inseguridades de Olin aumentaron. Ella lo acusaba frecuentemente de infidelidades, posiblemente exacerbadas por sus propias indiscretciones. Estos estallidos de celos se convirtieron en espectáculos públicos, incluyendo un intento supuestamente de empujar a dos jóvenes desde un balcón y denuncias públicas exhibidas en la puerta de Atl.
Desafiando las normas sociales
En 1923, su tumultuosa relación atrajo la atención a través de una entrevista publicada en El Universal Ilustrado, donde ambos artistas criticaron abiertamente la institución del matrimonio. El Dr. Atl comentó sobre la absurdidad del matrimonio en la sociedad, mientras que Olin afirmó su negativa a casarse con un hombre, especialmente uno consumido por la vanidad y la obsesión por la gloria.
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El legado de su rebelión artística
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Este momento, tan dramático como parece, es solo una instantánea del torbellino romántico entre el Dr. Atl y Olin, un romance caracterizado por altibajos que dejaron una huella imborrable en la cultura mexicana.3