En una jornada cargada de adrenalina y emociones, Estudiantes de La Plata logró levantar el trofeo del Torneo Clausura 2025 después de 15 años de espera. La victoria se dio en un emocionante partido contra Racing Club, que finalizó 1-1 y se decidió desde los 12 pasos, donde Estudiantes se impuso 5-4. Este triunfo marca un hito en la historia del club, ya que es su séptimo título de liga y el primero desde 2010.
El encuentro tuvo lugar en el Estadio Madre de Ciudades, un escenario que vibró con el aliento de miles de aficionados. La final estuvo marcada por un dramático gol de Guido Carrillo en el último minuto, que igualó el marcador y llevó el partido a tiempo extra, justo cuando todo parecía perdido para el Pincha.
Un camino lleno de desafíos
A pesar de haber comenzado la temporada con altibajos, Estudiantes demostró una resiliencia admirable a lo largo del torneo. Tras una sorpresiva eliminación en los cuartos de final de la Copa Libertadores, donde cayeron ante Flamengo, el equipo se enfocó completamente en el Clausura.
En las etapas previas a la final, el equipo dirigido por Eduardo Domínguez superó a rivales de gran calibre, incluido el poderoso Rosario Central, que había sido el equipo más destacado de la temporada regular. Sin embargo, la victoria más emotiva fue contra su eterno rival, Gimnasia y Esgrima de La Plata, en las semifinales, un clásico que dejó huella en los corazones de los hinchas.
La final: un duelo de titanes
El partido comenzó con una intensidad palpable, aunque ambos equipos tuvieron un inicio cauteloso. Estudiantes mostró un dominio territorial, pero no lograba concretar sus oportunidades. Sin embargo, la situación cambió cuando Adrián Martínez de Racing logró abrir el marcador en el minuto 81 con un exquisito toque por encima del arquero Fernando Muslera.
Cuando la derrota parecía inevitable, una jugada de esquina en el tiempo de descuento permitió a Carrillo empatar con un cabezazo que dejó sin reacción a la defensa rival. Este momento crucial cambió completamente el rumbo del partido, llevando a la prórroga donde ambos equipos buscaron definir al campeón.
La resolución desde los penales
La tanda de penales fue un espectáculo en sí misma, con los arqueros brillando en sus respectivos roles. Muslera, el guardián del arco de Estudiantes, se destacó al detener dos disparos, mientras que el portero de Racing, Facundo Cambeses, también mostró su fortaleza. Con los nervios a flor de piel, la definición se volvió un verdadero duelo psicológico.
Finalmente, el tiro de penal ejecutado por Franco Pardo resultó decisivo, ya que su errático remate selló el destino del campeonato en favor de Estudiantes. Las celebraciones estallaron en el campo, y los jugadores levantaron el trofeo en medio de una mezcla de alegría y desahogo.
Un acto de reivindicación
Este título no solo significa un logro deportivo, sino que también representa un acto de reivindicación para Estudiantes, que ha enfrentado adversidades fuera del campo. La figura de su presidente, Juan Sebastián ‘La Brujita’ Verón, ha sido un símbolo de resistencia contra la administración de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), lo que ha añadido un matiz especial a esta victoria.
Verón, quien fue sancionado y no pudo participar oficialmente, se hizo presente en la tribuna, donde fue recibido con fervor por los hinchas. La conquista del título ante la presencia del presidente de la AFA, Claudio ‘Chiqui’ Tapia, añade un capítulo de reivindicación a esta historia de triunfo.
El encuentro tuvo lugar en el Estadio Madre de Ciudades, un escenario que vibró con el aliento de miles de aficionados. La final estuvo marcada por un dramático gol de Guido Carrillo en el último minuto, que igualó el marcador y llevó el partido a tiempo extra, justo cuando todo parecía perdido para el Pincha.0


