El pasado sábado, Estudiantes de La Plata celebró un hito significativo al alzar el trofeo del Clausura 2025, poniendo fin a una sequía de títulos que se prolongó por 15 años. La final, disputada en el Estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero, se tornó emocionante y tensa, culminando en una tanda de penales tras un empate 1-1 en el tiempo reglamentario.
Los Pinchas lograron igualar el partido en el tiempo de descuento gracias a un gol de Guido Carrillo, quien, tras un córner, se elevó para marcar con un cabezazo que desató la euforia entre los aficionados. Este momento de resurgimiento refleja la esencia del club, donde la adversidad ha sido superada en innumerables ocasiones.
El camino hacia la victoria
Estudiantes, dirigido por el entrenador Eduardo Domínguez, había atravesado un inicio de temporada complicado, marcado por altibajos y una eliminación anticipada en la Copa Libertadores. A pesar de los desafíos, el equipo encontró su camino en el Clausura, asegurando su clasificación a los playoffs en la última instancia, lo que los llevó a enfrentar a Racing Club en la final.
En la penúltima fase del torneo, Estudiantes mostró su carácter al eliminar a rivales difíciles, incluyendo a Rosario Central, el club que había acumulado más puntos durante la temporada. Aunque el camino estuvo lleno de obstáculos, la unión del equipo y el apoyo de la afición fueron clave para alcanzar la gloria.
Un liderazgo desafiante
La victoria tuvo un sabor especial, especialmente para Juan Sebastián ‘La Brujita’ Verón, presidente del club y figura emblemática del fútbol argentino. Verón ha sido un crítico abierto del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio ‘Chiqui’ Tapia, lo que añade un componente de reivindicación a este título. A pesar de una suspensión que lo marginó de actividades oficiales, Verón no dudó en acudir al partido, apoyando a su equipo desde las gradas junto a los aficionados.
El arquero Fernando Muslera se convirtió en el héroe del encuentro al atajar dos penales en la tanda decisiva, asegurando así la victoria para su equipo. Su actuación fue crucial, reflejando la tenacidad que ha caracterizado al club a lo largo de su historia.
Un título que simboliza un renacer
Con esta victoria, Estudiantes de La Plata suma su séptimo título de liga, el primero desde 2010, lo que marca un renacer en su historia reciente. Este triunfo no solo significa un regreso a la cima, sino que también clasifica al equipo para la Copa Libertadores de la próxima temporada, donde buscarán consolidar su desempeño a nivel continental.
El proceso que llevó a Estudiantes a este momento culminante no fue sencillo. A lo largo del torneo, el equipo tuvo que enfrentar una serie de desafíos internos y externos, incluyendo la presión de la afición y la crítica de los medios. Sin embargo, la resiliencia mostrada por los jugadores y el cuerpo técnico fue fundamental para superar esas adversidades y alcanzar el éxito.
Reflexiones finales
La historia de este campeonato no solo es una narrativa de triunfos en el campo, sino también una representación del espíritu de lucha y persistencia que define a Estudiantes de La Plata. Como afirmó Carrillo tras el partido: “Cuando todo parece perdido, Estudiantes siempre encuentra la manera de levantarse”.
Este título es un recordatorio de que, incluso en tiempos difíciles, el trabajo en equipo y la determinación pueden llevar a grandes logros. Con la mirada puesta en el futuro, el club está listo para enfrentar nuevos desafíos y reafirmar su lugar en el fútbol argentino y sudamericano.



