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Un viernes tumultuoso en Chateau Libertador
La noche del viernes se convirtió en un verdadero espectáculo mediático cuando Mauro Icardi y Wanda Nara protagonizaron un escándalo en el edificio Chateau Libertador. Este lugar, conocido por ser el hogar de la mediática junto a sus hijas, Francesca e Isabella, fue el escenario de una serie de eventos que culminaron en gritos, llantos y la intervención de la policía.
La situación se tornó tan crítica que Icardi se vio obligado a abandonar el lugar sin poder ver a sus hijas, a quienes no había visto en los últimos 60 días.
La renuncia de las abogadas de Icardi
Tras el escándalo, se supo que las tres abogadas de Icardi, Elba Marcovecchio, Lara Piro y Guadalupe Guerrero, decidieron renunciar a su defensa.
Este movimiento ha generado especulaciones sobre la actitud del futbolista durante el incidente. En una entrevista reciente, Marcovecchio aclaró que estaba presente cuando Icardi dejó el departamento de Wanda y que la situación no fue la ideal. A pesar de la renuncia, ella y Piro seguirían representando a Icardi, mientras que Guerrero habría tomado la decisión de presentar su renuncia de manera irrevocable.
Detalles del incidente y la reacción de Icardi
Elba Marcovecchio, en su intervención, describió la salida de Icardi del edificio como una maniobra arriesgada, ya que el futbolista optó por salir en contramano para evitar a los periodistas que lo esperaban.
Aunque reconoció que no fue la mejor decisión, defendió la tranquilidad de Icardi durante el episodio. Según ella, el conflicto se desató por un malentendido relacionado con las mascotas de las niñas, lo que llevó a Icardi a actuar sin consultar a sus abogadas.
Marcovecchio enfatizó que no hubo violencia de parte de Icardi y que la situación familiar entre ellos es compleja, lo que contribuyó a la escalada del conflicto.