El 16 de noviembre de 2025, Chile se embarcará en un nuevo proceso electoral que renovará a todos los miembros de la Cámara de Diputados y a una parte del Senado. Esta jornada se desarrollará simultáneamente con la primera vuelta de las elecciones presidenciales, donde se determinarán los dos candidatos que avanzarán a una posible segunda vuelta el 14 de diciembre.
Las elecciones parlamentarias son cruciales, ya que se elegirán 155 diputados y 23 senadores. En el Senado, los senadores cumplen un mandato de ocho años y se votará por representantes de diversas regiones como Arica y Parinacota, Tarapacá, Atacama, Valparaíso, Maule, La Araucanía y Aysén. En el resto del país, los ciudadanos votarán únicamente por el presidente y los diputados.
El sistema electoral y la dinámica de alianzas
El sistema electoral chileno para estas elecciones se basa en el método D’Hondt, que asigna escaños a través de listas, fomentando así la formación de alianzas entre partidos políticos. Hasta la fecha, han surgido cinco pactos entre las 24 colectividades registradas ante el Servicio Electoral de Chile (Servel), mientras que algunos partidos han decidido presentarse de manera independiente.
Alianzas de la derecha y la extrema derecha
El Partido Republicano, el Partido Social Cristiano y el Partido Nacional Libertario han consolidado un pacto denominado Cambio por Chile. Este acuerdo respalda a diferentes candidatos en las elecciones presidenciales: los republicanos y socialcristianos apoyan a José Antonio Kast, mientras que los libertarios respaldan a Johannes Kaiser. Este movimiento ha marcado una ruptura con la coalición de derecha tradicional, Chile Vamos, que había propuesto una lista única de oposición.
Las fuerzas de centroizquierda y sus desafíos
Los partidos de centroizquierda y de izquierda, que forman parte del gobierno del presidente Gabriel Boric, han intentado unirse tras las primarias que posicionaron a Jeannette Jara como la candidata presidencial de la coalición Unidad por Chile. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por crear una lista única para las elecciones parlamentarias, el progresismo se presentará en dos pactos diferentes, uno de los cuales incluye a los partidos más prominentes como el Frente Amplio y el Partido Comunista.
Desafíos en la coalición de derecha
La coalición tradicional de derecha, Chile Vamos, ha intentado sin éxito consolidar a todos los sectores opositores en una sola lista parlamentaria. Después de no lograr acuerdos con la extrema derecha, han comenzado a dialogar con partidos centristas para incluirlos en su lista, formando así el pacto Chile Grande y Unido.
Las voces disidentes y las candidaturas independientes
Por otro lado, partidos más pequeños como la Federación Regionalista Verde Social y Acción Humanista han decidido separarse de sus aliados de coalición y presentarse de forma independiente, aunque siguen apoyando a Jeannette Jara como candidata presidencial. Asimismo, el Partido Humanista y el Partido Igualdad han formado una nueva lista llamada Izquierda Ecologista Popular Animalista y Humanista.
Algunos partidos han elegido competir como independientes, entre ellos Amarillos por Chile, el Partido de la Gente, que respalda a Franco Parisi, y el Partido Ecologista Verde, entre otros.
Compromisos con los derechos LGBTI+
Un aspecto relevante en esta contienda electoral es cómo los candidatos abordan los derechos de la comunidad LGBTI+. Según un estudio de diversas organizaciones, la candidatura de Unidad por Chile se muestra como la más comprometida con estos derechos, a diferencia de los partidos de derecha que mantienen posturas más conservadoras.
Con más de un millón de personas identificándose como parte de la comunidad LGBTI+ en Chile, las elecciones de 2025 serán un punto de inflexión para avanzar en la inclusión y los derechos de esta población. Las organizaciones LGBTI+ han jugado un papel fundamental en la defensa y promoción de sus derechos, impulsando cambios significativos en la legislación chilena a lo largo de los años.



