Elecciones en Argentina: un panorama inusual

Las elecciones de medio término en Argentina están tomando un giro inesperado, especialmente en los distritos más relevantes del país. Por primera vez en mucho tiempo, la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires han decidido celebrar sus elecciones locales en fechas distintas de las elecciones nacionales, lo que ha generado una serie de reacciones en el entorno político. Además, el sistema de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) ha sido prácticamente abandonado, lo que ha acentuado la fragmentación en un ecosistema político ya agitado por el surgimiento de Javier Milei y su coalición libertaria, La Libertad Avanza.

Cambio de fechas y estrategia política

Desde hace años, distintas provincias y distritos han estado votando en fechas separadas, pero este año, el proceso se ha acelerado, impulsado por líderes peronistas que buscan distanciarse de la dupla Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner. Con la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires finalmente unidas a esta tendencia, se establece una agenda supuestamente local, aunque solo en apariencia. La eliminación del sistema de primarias ha permitido una mayor fragmentación en un panorama político que ya se encontraba dividido. Esta separación se hace evidente en las dos regiones más visibles del país.

La batalla por el electorado de derecha

Mañana, las elecciones locales en la Ciudad se han convertido en un campo de batalla nacional, con el presidente Milei y el ex presidente Mauricio Macri liderando el enfrentamiento. Ambos han estado en la línea de fuego, acusándose mutuamente de actos de corrupción y pactos oscuros con Cristina Fernández de Kirchner. Milei ha incorporado a su equipo a Manuel Adorni, su portavoz presidencial, para reforzar su presencia en este escenario político local. Sin embargo, es difícil imaginar que Milei renuncie a su popularidad, que le otorgan sus conferencias de prensa diarias, para asumir un puesto en la legislatura de la Ciudad. La estrategia política, que supuestamente ha sido diseñada por Karina Milei y su controvertido asesor Santiago Caputo, no parece permitir que uno de sus principales activos se pierda en una contienda que, en apariencia, parece trivial.

Las tensiones dentro de PRO

Por otro lado, en el bunker de Macri la situación es diferente. Han decidido lanzar a Silvia Lospennato como candidata, tras varias alternativas que fueron rechazadas por figuras clave como el Ministro de Salud, Fernán Quiros, y la ex gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. A pesar de la falta de opciones, los Macri han invertido horas de campaña para evitar un resultado humillante, intentando imponer su narrativa en la Provincia de Buenos Aires. Algunos miembros de PRO han desertado, y se percibe un anhelo por mantener cierta autonomía en la región. Los Macri buscan imponer sus condiciones, lo que complica aún más la situación.

La fragmentación de los peronistas

La fragmentación no se limita a la derecha; también se observa entre los peronistas en la provincia. La lucha por la centralidad dentro del espacio peronista ha puesto a Cristina Fernández de Kirchner en conflicto con su antiguo protegido, el gobernador Axel Kicillof, quien busca distanciarse de la figura de Cristina para construir una alianza progresista que enfrente a Milei. Esta disputa ha derivado en enfrentamientos menores a nivel regional, con miembros de La Cámpora aliándose con el Frente Renovador de Sergio Massa en un intento por rechazar el presupuesto de Kicillof. Finalmente, Cristina cedió, pero su intención de participar en las elecciones locales para mantener su influencia se hace evidente, lo que podría debilitar a Kicillof en un contexto donde enfrenta un frente unificado de PRO y LLA.

El futuro político incierto

Durante décadas, el ecosistema político argentino ha estado dominado por dos grandes coaliciones que, aunque han tenido un gran poder, han demostrado ser ineficaces para gobernar. El surgimiento de Javier Milei ha evidenciado las fracturas dentro de ambos bandos, revelando divisiones que han resultado en fracasos electorales y un eventual colapso del sistema. Milei, a su vez, enfrenta sus propias divisiones internas, con diferencias estratégicas entre su asesor Caputo y su jefa de gabinete, lo que podría ser un indicativo de un posible quiebre en su círculo de decisiones.

En última instancia, queda por ver si Milei y su equipo podrán superar estas diferencias y mantener una cohesión en su estrategia. La incertidumbre que rodea a las elecciones locales de Buenos Aires podría ser un preámbulo a un cambio significativo en la política argentina, y todos estamos ansiosos por ver cómo se desarrollará esta historia.