Contexto del caso
El Tribunal de Justicia de São Paulo ha tomado una decisión importante al rechazar una demanda presentada por el gobierno paulista contra la farmacéutica Hypera, conocida por sus marcas como Benegrip y Doril. La acción buscaba una indemnización de R$ 100 millones, alegando que la empresa había participado en un esquema criminal que perjudicó las arcas públicas. Este caso ha estado en el centro de atención desde que se iniciaron las investigaciones en 2008, cuando se descubrieron indicios de irregularidades en la administración de medicamentos destinados al tratamiento de la psoríasis.
Las acusaciones y la defensa de Hypera
Según la acusación de la Procuraduría General del Estado de São Paulo (PGE-SP), se alegó que el laboratorio Mantecorp, adquirido por Hypermarcas en 2010, había estado involucrado en un conluio relacionado con el medicamento Infliximabe. Las autoridades afirmaron que las recetas médicas eran fraudulentas, lo que llevó a que el estado asumiera el costo del tratamiento para los ciudadanos. Sin embargo, Hypera se defendió argumentando que no tenía control sobre la gestión de Mantecorp en ese periodo y que la idea de que el laboratorio influyó en las decisiones médicas era completamente infundada.
Decisión del juez y sus implicaciones
El juez Márcio Teixeira Pinto, al evaluar el caso, determinó que no había pruebas suficientes que demostraran que el medicamento era innecesario para el tratamiento de la psoríasis o que las decisiones judiciales que obligaron al estado a financiar el medicamento eran inválidas. Esta decisión es un alivio para Hypera, que ha enfrentado un intenso escrutinio público y legal. La empresa, que también posee otras marcas reconocidas como Buscopan y Neosaldina, ha enfatizado que los médicos actúan de acuerdo con el juramento de Hipócrates, prescribiendo medicamentos solo cuando están convencidos de su eficacia.
Reacciones y próximos pasos
A pesar de la decisión favorable para Hypera, el gobierno paulista aún tiene la opción de apelar. La PGE-SP ha indicado que no ha recibido notificación oficial sobre la decisión del tribunal, lo que sugiere que el caso podría no haber llegado a su fin. La situación sigue siendo tensa, ya que las implicaciones de este caso podrían afectar no solo a Hypera, sino también a la percepción pública sobre la regulación de la industria farmacéutica en Brasil.