En un movimiento decisivo para manejar el ingreso de divisas, la tesorería de Argentina busca adquirir cantidades sustanciales de dólares a través de operaciones en bloque. Esta iniciativa surge como respuesta a un significativo ingreso de US$7 mil millones por exportaciones de granos, con el objetivo de evitar el fortalecimiento excesivo del peso.
Según fuentes cercanas a la situación, el Banco Central ha estado contactando activamente a importantes instituciones financieras, instruyéndolas a alertar a la tesorería cada vez que se realicen órdenes significativas de venta de dólares por parte de los clientes. Esta estrategia proactiva busca comprar dólares directamente a los vendedores, controlando así la apreciación de la moneda.
La exención fiscal y sus efectos en el mercado
Actualmente, el mercado de divisas argentino experimenta un notable aumento en la disponibilidad de dólares, principalmente debido a una exención fiscal temporal sobre las exportaciones de granos anunciada por el presidente Javier Milei. Esta medida tiene como objetivo fortalecer el peso, especialmente tras un importante revés electoral para el partido gobernante, lo que ha llevado a los inversores a retirarse del mercado.
A partir de la tarde del miércoles, el gobierno ha indicado que se ha alcanzado el tope de US$7 mil millones para las exportaciones libres de impuestos. Para calificar para esta exención, se requiere que el 90 por ciento de los ingresos se venda nuevamente en el mercado dentro de un estricto plazo de 72 horas. Dado que el mercado suele ver alrededor de US$500 millones en operaciones diarias, este ingreso podría resultar en una apreciación notable del peso.
Flujos de dólares frente a preocupaciones inflacionarias
Históricamente, aumentar las reservas del Banco Central ha sido una prioridad para el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, el presidente Milei ha centrado sus esfuerzos en mantener la fortaleza del peso como medida para combatir la inflación. Recientemente, el peso alcanzó un mínimo histórico de 1,475 por dólar, pero desde entonces ha logrado recuperarse más del nueve por ciento, en gran parte gracias a la disminución de las expectativas de devaluación tras las conversaciones sobre una posible línea de swap de divisas de US$20 mil millones con Estados Unidos.
Después de una serie de ganancias, el peso se mantuvo estable el jueves, cerrando a un tipo de 1,337 por dólar. Este repunte refleja un cambio en el sentimiento entre los inversores, que son cautelosamente optimistas sobre la estrategia del gobierno para gestionar el flujo de divisas.
Intervenciones previas y lecciones aprendidas
El gobierno argentino ha utilizado adquisiciones similares mediante operaciones en bloque en el pasado, específicamente durante junio y julio. Sin embargo, estos esfuerzos fueron posteriormente revertidos cuando el gobierno vendió los dólares acumulados antes de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, donde el partido libertario de Milei enfrentó una considerable derrota.
Estas experiencias pasadas subrayan los desafíos que la tesorería puede encontrar al navegar las complejidades de la gestión de divisas extranjeras. La necesidad de equilibrar el alivio financiero inmediato con la estabilidad económica a largo plazo es una tarea delicada que requiere una planificación y ejecución cuidadosas.
Perspectivas futuras para el peso
A medida que Argentina continúa lidiando con las dinámicas de su mercado de divisas, los esfuerzos de la tesorería por adquirir divisas extranjeras son fundamentales. Al interactuar directamente con los vendedores y gestionar el flujo de dólares en el mercado, el gobierno busca estabilizar el peso en medio de un panorama económico desafiante. El éxito de estas iniciativas dependerá en gran medida de la capacidad de la tesorería para adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado y al sentimiento de los inversores.