La riqueza de la biodiversidad colombiana
Colombia es un país que se destaca por su increíble biodiversidad, albergando más de 3,000 especies de plantas comestibles. Sin embargo, muchas de estas frutas nativas son desconocidas para la mayoría de los colombianos. El ingeniero ambiental Gian Paolo Daguer ha tomado la iniciativa de rescatar y promover estas joyas naturales a través de su proyecto Frutas de Colombia. Con una comunidad de más de 108,000 seguidores en redes sociales, Daguer se ha convertido en un referente para aquellos que buscan redescubrir los sabores y texturas de las frutas autóctonas.
Un viaje de sabores
Entre las frutas que Daguer ha documentado se encuentra la lúcuma, una fruta tropical que, aunque poco conocida, tiene un sabor dulce y una textura similar a la del aguacate. Este tipo de frutas no solo son deliciosas, sino que también son esenciales para la cultura y la gastronomía local. Sin embargo, muchas de ellas están en peligro de extinción debido a factores como el desmatamiento y la falta de conocimiento sobre sus propiedades. Daguer, a través de su trabajo, busca no solo preservar estas especies, sino también educar a las nuevas generaciones sobre su importancia.
Conservación y comunidad
El proyecto de Daguer no se limita a la promoción de frutas; también fomenta una red de colaboración entre biólogos, agricultores y chefs. A través de un grupo de WhatsApp, los participantes comparten conocimientos y organizan intercambios de semillas, creando una comunidad unida por el amor a la biodiversidad. Según Carolina Castellanos, bióloga del Instituto Humboldt, esta colaboración es fundamental para la conservación de las especies nativas, ya que permite que el conocimiento fluya y se aplique en la práctica.
Un futuro para las frutas nativas
A pesar de los desafíos, el trabajo de Daguer ha tenido un impacto significativo en la catalogación de nuevas especies, como el quinguejo, una fruta que hasta hace poco no estaba clasificada. Este proceso de ciencia ciudadana demuestra cómo la colaboración entre la comunidad y el ámbito científico puede llevar a descubrimientos importantes. La meta es clara: preservar, recuperar e informar sobre la riqueza de las frutas nativas de Colombia, asegurando que no se pierdan en el olvido.
La gastronomía como puente
La gastronomía juega un papel crucial en la valorización de estas frutas. En un mundo donde la dieta se ha homogenizado, es vital rescatar los sabores locales y promover su consumo. Daguer y su comunidad están trabajando para que las frutas nativas no solo sean un recuerdo del pasado, sino una parte integral de la dieta colombiana del futuro. Al final, el objetivo es claro: celebrar la diversidad y el sabor que Colombia tiene para ofrecer.


