Un ruego en el Vaticano
Durante una transmisión en vivo desde Roma, el cardenal argentino Vicente Bokalic Iglic recibió un curioso ruego de la periodista Luli Trujillo, apasionada hincha del Huracán. En tono distendido, ella suplicó: «Le pido una sola cosa, Padre: no voten otro hincha de San Lorenzo». Esta anécdota resalta cómo el vínculo entre el papado y el fútbol ha generado tanto orgullo como controversia entre los hinchas de distintos clubes, especialmente en los últimos doce años bajo el pontificado de Francisco.
La influencia de Francisco en el deporte
Jorge Bergoglio, conocido como el papa Francisco, no solo es un ferviente hincha de San Lorenzo, sino que también ha demostrado ser un auténtico apasionado del fútbol. Durante su papado, ha recibido numerosos regalos relacionados con el deporte, desde camisetas del club hasta objetos de la selección argentina. El Museo Vaticano incluso ha creado una colección con estos obsequios, subrayando la cultura futbolística que rodea a la figura del papa.
El legado futbolístico de Francisco se entrelaza con su deseo de hacer del deporte una herramienta de unión y paz. En un mundo donde el fútbol es más que un juego, su influencia podría abrir puertas a iniciativas que promuevan el diálogo y la inclusión a través del deporte.
Los papas futboleros a lo largo de la historia
El vínculo entre el papado y el deporte no es nuevo. Juan Pablo II, quien lideró la Iglesia desde 1978 hasta 2005, también tenía una fuerte conexión con el fútbol. Su amor por el deporte comenzó en su juventud, cuando fue portero en equipos locales, y esa pasión nunca desapareció. En diversas ocasiones, promovió el fútbol como una vía para la educación y la unidad.
En 2005, poco antes de su fallecimiento, recibió al equipo del KS Cracovia, su club de fútbol favorito, que le retiró la camiseta número uno en señal de homenaje. Sin embargo, paradójicamente, su cercanía al club no se tradujo en éxitos deportivos durante su papado.
Benedicto XVI y su enfoque del fútbol
Tras Juan Pablo II, Benedicto XVI asumió el trono papal. Aunque no era tan abiertamente futbolero como su predecesor, reconocía el papel del fútbol en la sociedad. Escribió sobre cómo el deporte colectivo fomenta el orden y la unidad, destacando su importancia como símbolo de cooperación. Su acercamiento al fútbol se vio reforzado por su amistad con Giovanni Trapattoni, el famoso entrenador del Bayern Munich.
El futuro del papado y el fútbol
Con el eventual cónclave para elegir al próximo papa, las especulaciones sobre quién podría ser el sucesor de Francisco están a la orden del día. Nombres como Matteo Zuppi, Pietro Parolin y otros cardenales han comenzado a resonar, y la pregunta clave es: ¿será el próximo pontífice también un amante del fútbol?
La historia reciente ha mostrado que los cardenales argentinos tienen un papel significativo en esta elección, con figuras como Mario Aurelio Poli y Víctor Manuel Fernández, ambos vinculados al club San Lorenzo, en la lista. La conexión de estos cardenales con el fútbol podría influir en la forma en que se aproxima la Iglesia a este deporte en el futuro.
Reflexiones sobre el legado de Francisco
Al mirar hacia adelante, muchos se preguntan si el nuevo papa continuará con el legado de Francisco y su pasión por el fútbol. Con el auge de nuevas generaciones de hinchas y la creciente influencia del deporte en la cultura popular, la próxima figura papal tendrá la oportunidad de fortalecer este vínculo y utilizar el fútbol como un medio para promover la paz y la unidad en el mundo.
Así, el fútbol no solo es un deporte, sino también un puente que puede conectar a personas de diferentes orígenes y creencias. La expectativa está en el aire: ¿quién será el próximo papa futbolero y cómo influirá en el mundo del deporte?