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Un lugar con historia
Ubicado en la autopista Riccheri, camino a Ezeiza, El Mangrullo no es solo una parrilla más; es un verdadero templo del asado criollo. Desde su apertura, este restaurante se ha consolidado como un punto de encuentro para figuras del ámbito político, artístico y deportivo.
La historia de El Mangrullo está marcada por anécdotas y momentos memorables que lo han convertido en un clásico de Buenos Aires.
Visitas ilustres y celebraciones
Entre sus visitantes más ilustres se encuentran personalidades como Diego Maradona, Frank Sinatra, Ricky Martin y hasta el Papa Juan Pablo II.
Este multiespacio, que también funciona como salón de eventos, alcanzó su mayor esplendor en la década del ’90, cuando la farándula y la política lo convirtieron en su «segunda casa». Un momento destacado fue el 9 de julio de 1988, cuando Carlos Menem celebró su victoria electoral en este icónico lugar, rodeado de más de dos mil personas.
La excelencia en la parrilla
Lo que realmente distingue a El Mangrullo es la calidad de sus carnes. Entre los platos imperdibles se encuentra el cordero patagónico, cocido a la perfección, y una selección de cortes tradicionales como el vacío, que es tan tierno que se puede cortar con cuchara.
Además, el asado es uno de los favoritos de los comensales, acompañado de ensaladas gourmet y guarniciones tradicionales. La carta de vinos, que incluye etiquetas de las bodegas más prestigiosas del país, asegura un maridaje perfecto para cada plato.
Un dulce final
Para cerrar la experiencia gastronómica, El Mangrullo ofrece una propuesta de postres irresistible. Desde panqueques con dulce de leche hasta una degustación especial de cuatro texturas de chocolate, cada bocado promete ser un cierre espectacular para una comida inolvidable. Con su ubicación en Martín Miguel de Güemes 4718, Ciudad Evita, El Mangrullo recibe a comensales de miércoles a lunes, de 12 a 0 horas, manteniendo viva la tradición del asado criollo en Buenos Aires.