Table of Contents
La suspensión del seguro-defeso y sus consecuencias
En un giro inesperado, el Instituto Nacional del Seguro Social (INSS) de Brasil suspendió por tres meses el análisis de nuevas solicitudes del seguro-defeso, un beneficio crucial para los pescadores artesanales.
Este seguro, que proporciona un salario mínimo, se ha convertido en un salvavidas para muchos trabajadores del mar, especialmente durante los períodos de veda pesquera. La decisión del INSS, que se tomó a finales de 2024, dejó a muchos pescadores sin ingresos en un momento crítico, generando una ola de incertidumbre y frustración.
Un aumento alarmante en las solicitudes
El impacto de esta suspensión se hizo evidente en los primeros meses de 2025, cuando se registró un aumento del 35% en la cantidad de solicitudes de seguro-defeso. Este incremento no solo afectó a los pescadores, sino que también provocó un aumento del 45% en los gastos relacionados con este beneficio.
Ante esta situación, el Ministerio del Trabajo y Empleo solicitó explicaciones al INSS, destacando la necesidad de una revisión exhaustiva de los procedimientos de análisis y aprobación de solicitudes.
La implementación del registro biométrico
Una de las razones detrás de la suspensión fue la implementación de un nuevo requisito de registro biométrico, aprobado por el Congreso Nacional y sancionado por el presidente Lula.
Esta medida, aunque necesaria para prevenir fraudes, complicó aún más el proceso de concesión del seguro-defeso. El INSS argumentó que el tiempo de suspensión era necesario para realizar ajustes en su sistema y garantizar un cruce de datos efectivo.
Sin embargo, muchos pescadores han reportado problemas en la regularización de sus solicitudes, lo que ha llevado a un aumento en la cantidad de pagos retroactivos y a una mayor presión sobre el presupuesto del gobierno.
Desafíos en la regularización de pagos
A pesar de la reanudación de los análisis, muchos pescadores aún enfrentan dificultades para recibir el beneficio. Organizaciones que representan a estos trabajadores han señalado que, a pesar de haber cumplido con los nuevos requisitos, un número significativo de solicitudes sigue estancado. La situación se complica aún más con la presión sobre el presupuesto del gobierno, que ya había reservado menos fondos para el seguro-defeso en 2025 en comparación con el año anterior. Con el aumento de las solicitudes, el gobierno se enfrenta a un desafío monumental para equilibrar sus cuentas y garantizar que los pescadores reciban el apoyo que necesitan.