El impacto del clima en la agricultura argentina: análisis y perspectivas

El clima y su influencia en la agricultura argentina

La agricultura en Argentina enfrenta desafíos constantes debido a los cambios climáticos que se han intensificado en las últimas décadas. En un reciente evento llamado «Punto Clima», expertos del agro y climatólogos se reunieron para discutir la situación actual y las proyecciones futuras. Este tipo de encuentros son cruciales para entender cómo las variaciones meteorológicas impactan la producción agrícola y qué medidas se pueden tomar para mitigar sus efectos.

La sequía y las inundaciones: un ciclo preocupante

El climatólogo Eduardo Sierra destacó que la campaña agrícola 2024/25 se ha visto marcada por un episodio de La Niña, que ha traído consigo sequías severas en los meses de diciembre y enero. Sin embargo, la llegada de lluvias en febrero y marzo ha cambiado el panorama, aunque no sin complicaciones. Las inundaciones en áreas como Bahía Blanca y el centro de Buenos Aires han generado preocupaciones sobre la cosecha. Este ciclo de sequías seguidas de inundaciones es un claro indicativo de los efectos del cambio climático, que no solo afecta a Argentina, sino que es un fenómeno global.

La tecnología como aliada en el agro

A pesar de los desafíos climáticos, la agricultura argentina se beneficia de una tecnología avanzada que permite a los productores adaptarse a las condiciones cambiantes. Sierra enfatizó la importancia de utilizar estas herramientas tecnológicas para maximizar la producción, incluso en condiciones adversas. Sin embargo, también advirtió que, a pesar de la tecnificación, las pérdidas en la producción potencial son constantes. La clave está en hacer un uso eficiente de los recursos y estar preparados para los cambios que se avecinan.

Perspectivas para el futuro agrícola

Las proyecciones para la campaña 2025/26 parecen más optimistas, con la posibilidad de un fenómeno Niño que podría traer lluvias abundantes. Esto podría equilibrar el panorama tras tres campañas consecutivas desfavorables. Los expertos sugieren que, aunque el clima puede ser impredecible, la combinación de tecnología y buenas prácticas agrícolas puede ayudar a los productores a enfrentar los retos que se presentan. La clave está en adaptarse y anticiparse a las condiciones climáticas, utilizando la información y las herramientas disponibles para asegurar una producción sostenible.