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La decisión de la Corte Suprema y sus repercusiones
La reciente decisión de la Corte Suprema de Justicia de rechazar la licencia extraordinaria de Ariel Lijo ha causado un gran revuelo en la Casa Rosada. Este acontecimiento ha dejado a muchos en el gobierno de Javier Milei en un estado de sorpresa y desconcierto.
A pesar de la negativa, fuentes cercanas al presidente han afirmado que no se contempla un plan B en este momento. La postura del gobierno es clara: «No vamos a retirar el pliego de Lijo» del Senado, lo que indica una firmeza en su estrategia política.
Reacciones dentro del gobierno
El clima en la Casa Rosada es tenso, pero el gobierno ha decidido redoblar la apuesta. Con la noticia de que Lijo no dejará sus cargos, se mantiene la intención de sostener su pliego en el Senado.
Esta decisión se basa en la creencia de que existen precedentes legales que permitirían al juez federal asumir en la Corte sin renunciar a sus funciones actuales. La confianza en que La Libertad Avanza logrará los dos tercios necesarios para aprobar la candidatura de Lijo se mantiene, a pesar de las adversidades.
Estrategias frente a la oposición
El gobierno ya está trabajando en una estrategia parlamentaria para enfrentar la embestida del kirchnerismo, que ha manifestado su intención de rechazar el pliego de Lijo y de Manuel García Mansilla. Este último asumió su cargo por decreto, pero su permanencia en la Corte está limitada hasta el 30 de noviembre.
La presión política es palpable, y se prevé que el kirchnerismo intente convencer a bloques dialoguistas para que se unan a su causa. Sin embargo, el gobierno de Milei se muestra decidido a resistir y a mantener su posición en el Senado.
Un futuro incierto
A medida que se desarrollan los acontecimientos, la situación política en Argentina se vuelve cada vez más compleja. La decisión de la Corte Suprema no solo afecta a Lijo, sino que también pone a prueba la capacidad del gobierno de Milei para navegar en un entorno político adverso. La incertidumbre reina en la Casa Rosada, y todos los ojos están puestos en cómo se desarrollarán las próximas semanas en el ámbito legislativo. La lucha por el control del Senado y la aprobación de los pliegos se intensificará, y el resultado de esta batalla podría tener repercusiones significativas para el futuro del gobierno.
