Recientemente, el gobierno de Javier Milei ha enfrentado críticas por un informe que sugiere que un nuevo plan para los servicios de inteligencia de Argentina podría poner en la mira a periodistas, expertos y figuras de la oposición. Este informe, publicado en un conocido diario argentino, revela un documento filtrado de 170 páginas que detalla un Plan Nacional de Inteligencia, aprobado por la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). Según el periodista Hugo Alconada Mon, este plan incluye estrategias de espionaje interno dirigidas a aquellos que intentan «socavar» la confianza en los funcionarios públicos o que ponen en duda las políticas económicas del presidente Milei.
Detalles del plan de inteligencia propuesto
El documento, que ha sido corroborado por fuentes independientes, establece que los agentes de inteligencia podrán recopilar información sobre periodistas, economistas y académicos que critiquen al gobierno. Además de estos objetivos, el plan también contempla acciones tradicionales como la prevención del narcotráfico, la lucha contra el terrorismo y la protección de los intereses argentinos en el Atlántico Sur y la Antártida. Sin embargo, la posibilidad de espiar a quienes se oponen al gobierno ha generado preocupaciones sobre la libertad de expresión en el país.
Reacciones del gobierno y la oposición
A pesar de la controversia, la oficina de Milei ha refutado las acusaciones sin negar la existencia del plan. En un comunicado, se argumentó que este es el primer gobierno en décadas que ha decidido no utilizar la SIDE para perseguir a políticos de oposición o periodistas. No obstante, la declaración también mencionó que el presidente había ordenado la reconstrucción del sistema de inteligencia nacional, el cual había sido criticado por su uso indebido en administraciones anteriores.
Implicaciones para la libertad de prensa
Las recientes declaraciones de funcionarios del gobierno, incluido el propio Milei, han hecho eco de un llamado a generar «más odio» hacia la prensa no alineada. Esto ha llevado a muchos a cuestionar las intenciones detrás del nuevo plan de inteligencia, especialmente en un contexto electoral donde la manipulación de la opinión pública es un tema delicado. El plan, supervisado por Sergio Neiffert, incluye la investigación de figuras que promueven la «distorsión» de la percepción pública, lo que suscita temores de una mayor vigilancia sobre la actividad periodística.
Financiamiento y recursos para la SIDE
El gobierno de Milei también ha incrementado significativamente el presupuesto para la SIDE, con una asignación adicional de 25.25 mil millones de pesos, elevando el total del presupuesto a 80.872 mil millones de pesos. Esta decisión ha generado un debate sobre la prioridad de la inversión en inteligencia frente a las severas medidas de austeridad que han afectado otros sectores. La justificación oficial para este aumento de presupuesto ha sido que es necesario hacer compensaciones entre diferentes subsecretarías, aunque no se han proporcionado detalles sobre el destino específico de los fondos.
Incidentes de seguridad y ciberataques
Tras la publicación del informe, el periodista Hugo Alconada Mon denunció intentos de hackeo a sus dispositivos personales y cuentas de correo, lo que ha añadido una capa de preocupación sobre la seguridad de los periodistas en el país. Este tipo de incidentes ponen de manifiesto las tensiones entre el gobierno y los medios de comunicación, en un momento en que la transparencia y la libertad de prensa son más cruciales que nunca.