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La situación actual de los beneficios fiscales
Los sectores de eventos y restaurantes están en un momento crítico, ya que se aproxima el posible fin de los beneficios fiscales establecidos por el Programa Emergencial de Retomada del Sector de Eventos (Perse).
Este programa, que ha sido un salvavidas para muchos negocios durante la pandemia, podría llegar a su fin este mes, lo que generaría un impacto significativo en la economía local. Con la posibilidad de que los negocios tengan que pagar las alícuotas completas de tributos federales a partir de abril, la incertidumbre se apodera de los empresarios.
Reacciones del sector y propuestas de cambio
El secretario de la Receita Federal, Robinson Barreirinhas, anunció en una audiencia pública que el programa podría ser extinguido debido a que ha alcanzado el límite de R$ 15 mil millones. Esta noticia ha generado reacciones mixtas entre los representantes del sector.
Paulo Solmucci Junior, presidente de la Asociación Brasileña de Bares y Restaurantes (Abrasel), aboga por una reducción gradual de los beneficios fiscales en lugar de un corte abrupto. Además, se ha planteado la necesidad de una reunión con el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, para discutir la continuidad del programa y buscar alternativas que no perjudiquen a los negocios.
La importancia de la continuidad del programa
La posible extinción del Perse ha llevado a muchos a cuestionar la lógica detrás de esta decisión. Algunos representantes del sector argumentan que los datos presentados por el secretario son superficiales y no reflejan la realidad del mercado.
La propuesta de renovación del programa surge menos de un año después de que el Congreso aprobara su prórroga, lo que indica que hay un reconocimiento de la importancia de estos beneficios para la recuperación del sector. La falta de sensibilidad política en la toma de decisiones podría llevar a consecuencias devastadoras para muchos negocios que aún luchan por recuperarse de los efectos de la pandemia.
El papel del gobierno y la necesidad de diálogo
La situación actual resalta la necesidad de un diálogo constante entre el gobierno y los sectores afectados. La propuesta de un nuevo límite de renuncia fiscal hasta 2026, sin ajustes por inflación, ha generado descontento entre los miembros del gobierno y del sector privado. La falta de comunicación y la presentación de nuevas propuestas después de largas negociaciones son vistas como un signo de inestabilidad. Es crucial que se establezcan canales de comunicación efectivos para abordar las preocupaciones de los empresarios y encontrar soluciones que beneficien a todos.