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Las rutas nacionales 12 y 14, conocidas como «del Mercosur», son vitales para el comercio entre Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay. Sin embargo, tras la finalización de la concesión de Caminos Río Uruguay (CRUSA) el 8 de abril, estas vías enfrentarán un periodo de abandono.
El gobierno de Javier Milei ha decidido no realizar más obras públicas, lo que significa que no se podrán cobrar peajes y las rutas quedarán sin mantenimiento.
Un cambio de gestión complicado
La transición de la gestión de estas rutas al Estado, a través de Vialidad Nacional, plantea serios desafíos.
La falta de personal y recursos para operar y mantener las vías podría resultar en un deterioro significativo de la infraestructura. Con casi 700 kilómetros de carreteras que incluyen la Autopista del Mercosur, la situación es preocupante. La decisión de no prorrogar el contrato de CRUSA ha dejado a muchos en el sector en estado de alerta, ya que la falta de un nuevo concesionario podría llevar a un estado de abandono total.
Impacto en la seguridad y el empleo
La empresa CRUSA, que ha estado a cargo del mantenimiento de estas rutas durante casi 30 años, ha advertido sobre las implicaciones de esta situación. La falta de servicios de ambulancia y auxilio mecánico en un trayecto tan extenso podría poner en riesgo la seguridad de los usuarios.
Además, la incertidumbre sobre el futuro laboral de los 500 empleados de CRUSA añade una capa de complejidad a la situación. La empresa ha reclamado una indemnización de 300 millones de dólares al Estado por contratos incumplidos, lo que refleja la gravedad del conflicto.
Las tarifas de peaje y la corrupción
Un punto central del conflicto es la tarifa de peaje. El año pasado, el gobierno otorgó un aumento del 200% a las tarifas de Corredores Viales, mientras que a CRUSA solo se le permitió un incremento del 100%. Esta disparidad ha llevado a la empresa a reclamar una actualización justa de tarifas, lo que ha sido ignorado por las autoridades. La falta de acuerdo sobre las tarifas y la gestión de las rutas pone de manifiesto la corrupción y la ineficiencia en la administración pública, un tema recurrente en la historia de la obra pública en Argentina.
Un futuro incierto para el transporte en la región
La situación actual de las rutas 12 y 14 es un reflejo de los desafíos más amplios que enfrenta Argentina en términos de infraestructura y transporte. La falta de inversión y la ineficiencia en la gestión pública podrían tener consecuencias graves para el comercio y la movilidad en la región. A medida que el gobierno busca un nuevo concesionario, la comunidad y los usuarios de estas rutas deben estar atentos a cómo se desarrollará esta situación y qué medidas se tomarán para garantizar la seguridad y el mantenimiento de estas vitales vías de comunicación.