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El descenso de las acciones de energía verde
En los últimos años, las acciones de energía verde han experimentado un descenso notable, alcanzando niveles que no se veían desde hace cinco años. Este retroceso se debe a una combinación de factores, incluyendo la incertidumbre política y la presión económica que enfrenta el sector.
El índice S&P Global Clean Energy Transition, que mide el rendimiento de las principales empresas de energía limpia, ha caído un 16% en el último año, lo que ha generado preocupación entre los inversores.
Impacto de las decisiones políticas
Las decisiones políticas, especialmente en Estados Unidos, han tenido un impacto significativo en el sentimiento del mercado. La congelación de fondos para proyectos verdes y la retirada del acuerdo climático de París por parte del ex presidente Donald Trump han contribuido a un ambiente de desconfianza.
Esto ha llevado a muchos inversores a reconsiderar sus estrategias, optando por desviar sus fondos hacia combustibles fósiles, que parecen más seguros en este momento. Esta tendencia ha generado un contraste marcado con el crecimiento de otras industrias, como la defensa, que han visto un aumento en sus acciones debido a mayores gastos gubernamentales.
Perspectivas del sector de descarbonización
A pesar del pesimismo generalizado, algunos expertos creen que el sector de descarbonización aún tiene potencial. Deirdre Cooper, líder en inversiones sostenibles, ha señalado que las empresas en este sector han mostrado un crecimiento sólido y retornos estables, aunque sus acciones no reflejan este rendimiento.
La presión de las tasas de interés y la inflación han elevado los costos de los proyectos, lo que ha afectado negativamente las valoraciones. Sin embargo, el apoyo de algunos legisladores a incentivos fiscales para la energía verde sugiere que aún hay esperanza para el futuro de este sector.
Inversiones en tecnología de energía limpia
A pesar de la debilidad en las valoraciones de las acciones, la inversión en tecnología de energía limpia sigue en aumento. Se espera que los gastos en energía solar y almacenamiento de baterías superen a los de petróleo y gas en 2025. Esto indica que, aunque el camino sea complicado, la transición hacia una economía más sostenible sigue siendo una prioridad. Analistas como Erwan Kerouredan han destacado que las empresas de hidrógeno que operan en mercados fuera de la UE y EE. UU. están mejor posicionadas para aprovechar estas oportunidades.
