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La reestructuración del INCAA y sus implicaciones
En un movimiento que ha sorprendido a muchos, el gobierno argentino ha decidido transferir el canal de televisión Cinear y la plataforma de streaming Cinear Play al área de comunicación de la presidencia.
Esta decisión, anunciada a través del Decreto 194/25, busca consolidar las actividades culturales bajo un solo ente, pero también ha generado preocupación entre los profesionales del cine nacional. La medida se enmarca en un contexto de recortes y ajustes en el sector, donde el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) ha visto reducida su plantilla de empleados en un 66% desde el inicio del actual gobierno.
Sinergia o centralización: el debate en torno a la gestión cultural
El vocero presidencial, Manuel Adorni, argumenta que la centralización de los medios estatales permitirá una mayor sinergia y evitará la duplicación de funciones. Sin embargo, críticos de la gestión actual sostienen que esta estrategia podría debilitar la independencia del INCAA y limitar la diversidad de voces en la producción audiovisual.
La actriz Mercedes Morán, en un reciente discurso en el Festival de Málaga, expresó su preocupación por la política cultural del gobierno, señalando que la industria del cine argentino atraviesa un momento crítico debido a las decisiones tomadas desde el poder ejecutivo.
Impacto en la producción cinematográfica nacional
La transferencia de Cinear al área de Adorni no solo afecta la gestión de los medios, sino que también tiene repercusiones directas en la producción de películas en el país.
A pesar de que desde el INCAA se asegura que se han estrenado 200 películas en 2024, muchos en la industria sienten que los recortes en financiamiento han limitado las oportunidades para nuevos proyectos. La decisión de dejar de financiar «películas sin espectadores» ha sido vista como un ataque a la creatividad y la diversidad del cine argentino, lo que ha llevado a un clima de tensión entre el gobierno y los cineastas.