La adopción de cámaras corporales en Brasil
El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Brasil ha recibido solicitudes de 20 estados y del Distrito Federal para unirse al Proyecto Nacional de Cámaras Corporales. En total, se han mostrado interesados en adquirir más de 52,000 equipos. Este movimiento busca modernizar la seguridad pública y aumentar la transparencia en las interacciones entre la policía y la ciudadanía.
Un proceso de adquisición simplificado
El gobierno federal llevará a cabo la compra de estos dispositivos a través de una ata nacional de registro de precios, lo que permite a los estados contratar los servicios sin necesidad de un nuevo proceso de licitación. Este modelo no solo agiliza la implementación de la política, sino que también optimiza el proceso de contratación y reduce costos. Sin embargo, la adhesión a este mecanismo no es obligatoria, lo que ha generado diversas reacciones entre los gobernadores.
Controversias y posturas políticas
A pesar del potencial de las cámaras para reducir la violencia policial, su adopción ha suscitado un intenso debate político. Gobernadores de partidos opositores al PT han manifestado su rechazo a la medida. Por ejemplo, el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, inicialmente se opuso a la implementación, pero luego admitió su error tras incidentes de violencia policial. En contraste, otros estados como Goiás han declarado su firme oposición a la iniciativa.
Interés desigual entre los estados
Mientras algunos estados han mostrado un gran interés en la adquisición de cámaras, otros como Minas Gerais han optado por desarrollar sus propias regulaciones. Este enfoque personalizado ha llevado a que no se adhieran al proyecto del Ministerio de Justicia. En el caso de Espírito Santo, se han solicitado más de 8,000 cámaras, destacando la necesidad de equipar adecuadamente a las fuerzas de seguridad.
Expectativas y futuro del proyecto
El Ministerio de Justicia ha indicado que el modelo de comodato permitirá la actualización periódica de los equipos, asegurando que las cámaras no queden obsoletas. La expectativa es que el proceso de adquisición se complete este año, aunque el análisis de propuestas se ha extendido hasta junio de 2025 debido a la complejidad de los proyectos. La implementación de estas cámaras podría marcar un cambio significativo en la forma en que se lleva a cabo la vigilancia y la rendición de cuentas en Brasil.



